lunes, diciembre 24, 2007

reflexiones de un día de playa en nochebuena

Me encanta la tranquilidad de una playa solitaria. El sonido de las olas interrumpe la música de fondo cachonda de los Babasónicos en el ipod, con música descargada de la macbook, que está conmigo hasta cuando estoy sentado en el trono cagando; la uso para trabajar, para ver la tele, películas, para escribir y navegar por Internet.

Es increíble el grado de compenetración que tenemos con las cosas tecnológicas estos días. Aquí tirado en la arena le envío un mensaje de texto a la Puchona, que está como a 800 kms en Querétaro, para preguntarle si pudo hablar con doña Mary (nuestra mamá postiza que nunca vemos) porque se me olvidó dejarle su lanita del aguinaldo y quiero hacerle una transferencia electrónica a su cuenta de banco.

Creo que en muchos aspectos el futuro nos ha alcanzado. Ese futuro que me hacía soñar y a veces cagarme de la risa por la ridiculez e inocencia con que era presentado en muchas películas que vi de morro como Volver al Futuro, Star Wars, Terminator o Blade Runner. Claro que el futuro es muy distinto a como nos lo pintó Orwell en 1984, pero aún así le atinó (¿o inspiró?) a muchas cosas.

Creo también que las cosas cambiarán drásticamente en un relativo corto periodo de tiempo. Por lo menos creo que viviré lo suficiente para atestiguarlo pues nos estamos encargando de acelerar los procesos. Espero que pronto la ecología pase del plano activista incongruente al plano económico; en la medida en que esto suceda podremos pensar en un futuro mejor para nosotros y las máquinas.

En cualquier caso el futuro se ve más halagador para los insectos y las máquinas que para nosotros los mamíferos. Suena pesimista pero yo creo que es todo lo contrario, es un proceso que parece estarse repitiendo varias veces ya, y de cualquier forma se trata de la permanencia de la vida, no necesariamente la nuestra.

A fin de cuentas, ¿qué es la vida? Yo creo que se trata básicamente de materia que se organiza y ordena a sí misma para reproducirse y perpetuar su especie. Si tomamos eso como base las máquinas están muy cerca de hacerlo. De hecho algunas ya lo hacen con muchos ejemplos.

Si se trata de buscar la forma de proporcionarse alimento ya existen máquinas capaces de buscar su propia fuente de energía de forma sistemática, inteligente y ordenada con el único propósito de seguir funcionando como la vida misma.

Si se trata de analizar el entorno, evaluar la situación y tomar una decisión, las máquinas lo hacen de una forma mucho más precisa, calculada y con mayor rapidez que nosotros, aunque sólo con programas específicos hechos para ello y sin mucho margen de flexibilidad.

Si se trata de reproducirse o repararse creo que estaremos de acuerdo si digo que las máquinas fabrican máquinas y también se reparan pero otra vez, solo las hechas específicamente para ello y sin conciencia sobre su propia existencia hasta el momento.

Aunque eso no necesariamente es algo malo pues podemos observar muchos ejemplos en los insectos donde la división del trabajo es tan marcada que se puede ver físicamente como ocurre con las máquinas; la abeja reina es la única que puede reproducir a su especie dentro de la colmena, y lo hace con muy poca conciencia sobre ello, simplemente está escrito en su ADN y lo hace compulsiva y sistemáticamente, como si fuera un sistema operativo, hasta morir.

Las hormigas encargadas de defender y vigilar la seguridad del hormiguero son mucho más grandes físicamente que las hormigas que recolectan y almacenan la comida, y sus cuerpos y mandíbulas están diseñados para ello. Y como éstos, podemos encontrar miles de ejemplos.

A lo mejor llegará el día en que las máquinas tengan conciencia sobre sí mismas, o a lo mejor no lo necesitan para ser más exitosas y vivir más tiempo que nosotros; siempre he dicho que la inteligencia está muy sobrevalorada, la vida no la necesita para seguir existiendo. Además no olvidemos que ante todo somos mamíferos obsesionados con comernos unos a otros y extinguir especies de mamíferos. A pesar de ser inteligentes la idea de autoextinguirnos no nos espanta y seguimos comportándonos como cualquier especie mamífera exitosa, acabar con los recursos y reproducirnos como plaga.

Los insectos tienen un mejor equilibrio y cuando lo pierden sus efectos no duran mucho tiempo. Basan su éxito en la cantidad con una increíble rapidez para reproducirse pero sobretodo, porque siempre anteponen a la masa (o la especie) por sobre el individuo.

El individuo por sí mismo no importa ni existe, sólo la especie. Y lo hacen sin problemas de ninguna conciencia ética o moral. Incluso con la división de tareas que los hace físicamente diferentes, no entran en controversias disciminatorias o raciales, siempre piensan en pos de la masa social.

Cosas que pensar…

Todo esto porque estoy aquí tirado en la playa fumándome un gallo, mientras contemplo las olas y el sol invernal, y sobre la arena observo una garza que me recuerda tiempos pasados, muy pasados. Vestigios solamente de lo que alguna vez fueron los dinosaurios, cuando ellos reinaban sobre la faz de la Tierra, como lo han hecho los mamíferos ya durante un buen tiempo, y como quizá lo harán algún día los insectos, mucho tiempo después de que tú y yo hayamos muerto.

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Qué clavadez, jajajaja. Bueno ya desde hace tiempo había querido escribir algo al respecto y hoy me salió naturalito, como del Discovery Channel, jejeje.

Así me pone la navidad… ah, feliz navidad.

Ahí se ven perros.

2 comentarios:

Pusha dijo...

Ay pimp! tan en el olvido tenía este blog huerfanito que hasta hoy lei estos post, jaja que mendigo!! no me habias dicho que escribiste!!

Bueno seguiremos manteniendo la línea de fuego, aunque ya nomás sea para comentarnos nosotros mismos nuestras estupideces por que creo que aquí ya no se paran ni las moscas.. snif

chokkolatt dijo...

OOOHHHHHHHHHH!!!!!
FILOSÓFICO PERROOOOOOOOO!!!

Carajo! Deberías echar la hueva más seguido acompañado de un buen gallo. Hasta me hiciste pensar (!!!). Claro que para cuando leas esto estarás chambeando de nuevo... creo.

Se me había ocurrido hace tiempo lo mismo de tu definición de vida: eso de que se reproducen para perpetuar la especie bla bla. Exactamente. Creo que esos que se dicen científicos, todos se han quedado, a grandes rasgos, en lo de las moléculas orgánicas y por lo tanto un robot no es vida, pero eres al único otro que sé que se le ha ocurrido considerar vida a esos robots que se reproducen y hacen lo mismo que otros seres (como nosotros), así que también serían vida. Con la salvedad, que no sé ni por qué, los obligo a que tengan conciencia para considerarlos vida (no creo que estén tan lejos de tenerla). No sé por qué lo de la conciencia si las plantas no tienen, según yo, y son consideradas vida (tal vez porque cumplen además con lo de las moléculas orgánicas).
No ps estuvo bueno. Hay mucha tela de donde cortar y se me acaba el tiempo.
Saluud!!