miércoles, diciembre 21, 2005

Fácil Vs. Difícil

Hoy recibí un correo donde una jovencita de nombre Elena Larrea se hace fuertes cuestionamientos y nos presenta argumentos sólidos en contra de lo que ella llama “falta de tiempo para Dios”, sin embargo, me siento obligado a responderle a esta pobre alma mocha católica intolerante para ver si podemos ayudarla a encontrar la luz de la verdad.

Dicho lo anterior, emprendo la difícil tarea de responder a sus dudas.


Fácil Vs. Difícil
- ¿Por qué es tan difícil decir la verdad y tan fácil mentir?

Afirmaciones tan categóricas como ésta, es lo que hace a la gente caer en ignorancia. Me recuerda mucho a las frases hipnopédicas que menciona Huxley en su Mundo Feliz, en el que solo basta repetirlas hasta el cansancio para que terminen por ser aceptadas como verdaderas, Ej.: -no andes descalzo porque te va a dar gripe- y así sin más, sin importar cuál es la fuente de donde sacamos esto, lo tomamos como verdad simplemente, como dicen las mamás, -porque lo digo yo, que soy tu madre…-.

No siempre decir la verdad es difícil, ni mentir es tan fácil.

Para mentir se requiere, sobretodo, imaginación (todo un proceso mental complejo que muy pocos animales pueden presumir) y sentido común, pues aunque con imaginación podemos construir todo un mundo de fantasía complejo y diverso (como en el mundo de El Señor de los Anillos) el sentido común le da el ingrediente que hace creíble a todas nuestras falacias y le da una secuencia lógica que desanima cualquier sospecha.

Para decir la verdad, en cambio, no hacemos casi nada. Básicamente lo que hacemos es accesar a nuestra memoria, buscar el dato y repetirlo en voz alta, y ya. Sencillo y, exactamente, fácil.

Tampoco es que así sea siempre. Tenemos el caso de las famosas “mentiras piadosas” (que de piedad no tienen una pizca) en el que aparentemente nos es más fácil decir una mentira que la verdad para evitarle un disgusto a alguien pero aún así salir con una historia creíble no nos resultará tan pelado.

- ¿Por qué tenemos tanto sueño en la iglesia, pero cuando termina el sermón repentinamente estamos tan despiertos?

¿Por qué no mejor preguntas a los sacerdotes cómo le hacen para sacar sermones tan aburridos? Efectivamente, la mayoría de los sermones nos dan flojera porque básicamente dicen lo mismo una y otra vez, ya nos los sabemos de memoria: que si no hagas esto, que si no hagas el otro, que tal cosa está mal, que pasen a pagar a las cajas, que semana santa no es para divertirse… hueva… me da hueva… hue-va… H – U – E – V - A… HUUUUEEEEEEEEEEEEEEEEEVVVAAAAAAAA!!!! (Dame una H…)

En cambio “repentinamente despertamos” después del sermón porque ahora sí ya podemos hacer lo que nos interesa, porque “ya cumplimos con nuestra obligación” que si no fuera obligatorio otra cosa sería. Por eso, en definitiva, da sueño ir a la iglesia.

- ¿Por qué es tan difícil hablar de Dios y tan fácil decir cosas sucias?

Mmmm… híjole, ahora sí me la pones difícil… qué decirte… ¿será acaso porque no lo conocemos? Y es que es difícil hablar de algo que no conocemos y que no hay mayor evidencia que unos libros aprobados por una autoridad humana escritos por humanos que ni conocemos bien, sin una pizca de prueba científica y arropados bajo fundamentos teológicos ambiguos como las teorías del primer motor y el diseño inteligente, por ejemplo, que nos podrían llevar a concluir que “algo” existe allá afuera pero no necesariamente el dios católico.

En cambio las cosas sucias son mundanas y terrenales, las conocemos bastante y de cerca, mueven y provocan sentimientos, apetitos, goces, dolor, algo que conocemos aquí y ahora, algo vivo y no cuentos de abuelitas.

- ¿Por qué es tan aburrido leer una revista cristiana y tan divertido hojear una con contenido repugnante?

¿Otra vez con lo mismo? Porque es aburrido, punto. A – B – U – R – R – I – D – O - ! Yo no conozco a nadie que le guste las cosas aburridas, ¿a ti sí? ¿ah verdad? Ahora resulta que nosotros tenemos la culpa de que los editores de la revista decidan incluir contenido considerado como aburrido por los lectores, no pues así no se puede. Es como preguntar ¿qué tanto le ven al David de Miguel Ángel? O ¿por qué La Chupitos es fea? Pues sepa la chingada, yo que voy a saber. Así es y listo.

¿Es divertido hojear algo repugnante? Yo no lo creo. Para nadie debe serlo. Más bien habría que ver a qué te refieres con repugnante, si acaso te refieres a una revista porno simplemente te diría que los que la hojean no la consideran repugnante, al contrario, por eso la leen. Ahora que si les das una revista cristiana seguramente la considerarán repugnante y no la leerán.

- ¿Por qué es tan fácil borrar mensajes de Dios y reenviar mensajes sucios?

Sinceramente nunca he recibido mensajes de dios, si los recibiera no los borraba porque serían la evidencia que todo mundo espera. Lo que sí me tiene hasta la madre son todas las pinches cadenitas basura que llegan a mi correo, puro spam que nomás quita espacio y tiempo, además cuesta dinero, ¿te has puesto a pensar qué tanto ancho de banda a nivel mundial se desperdicia en mandar y recibir spam? Así que hazle un favor al mundo, ponte a trabajar y deja de mandar pendejadas por favor, religiosas o no religiosas, mensajes sucios o no sucios.

- ¿Por qué las iglesias y templos se vuelven más pequeños mientras los bares y discotecas crecen en tamaño?

Pues no sé en qué parte del mundo vivas pero aquí en México cagamos iglesias, pululan y se reproducen como virus, tenemos una en cada pinche esquina, y sí, cuesta dinero mantenerlas, dinero de los laicos, dinero del narco, de donde sea pero de algún lado sale.

Lo que llama la atención es qué bien cuidados están los bienes materiales de dios, un dios que es inmaterial, según esto. Un dios que dijo que tu cuerpo es tu templo, que los templos no son de cemento y ladrillo, un dios que era carpintero, no rey.

¿O es que acaso los sacerdotes están ciegos y no ven a las personas pobres que siempre están pidiendo dinero en las afueras de las iglesias? ¿no sería más lógico que la iglesia gaste en eso que en ampliar la no-se-qué-pinche torre del templo de nuestra señora de las garnachas? ¿qué no les remuerde la conciencia todas las joyas y el oro y el lujo y la ostentación con la que están arregladas las iglesias? ¿Y todavía quieres que crezcan? Chale!

Las discotecas son de los ochentas, esas no están creciendo por favor, al contrario, están desapareciendo. Los bares son negocios, empresas que producen, no piden limosnas ni nada de eso, y mientras sigan siendo negocio, los bares existirán.

Ahora si te pregunta es por qué la gente va más a bares que a iglesias nuevamente caemos en lo mismo… HHUUUUUUUUUUUUUUUUEEEEEEEEEEEEEEEEVVVVVVVAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!! ¿qué no te quedó claro antes? Un bar es divertido y por eso va la gente, si no lo fuera ya hubiera cerrado, una iglesia no lo es para el común de las personas, y ya, ahora sí espero que te haya quedado claro.

Que dios te bendiga elenita, que dios te bendiga…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Je, me parece que has perdido mucho tiempo al contestarle eso. Dudo que lo haya escrito específicamente para ti. Yo he recibido lo mismo en inglés y lo he visto en muchos otros lugares también tanto en español que en inglés. Bueno, me ha parecido interesante tu respuesta y me ha supleído con alguna defensa en contra de los radicales religiosos, especialmente mi papá.

RUFUS dijo...

Si, las respuestas son buenas y de simple sentido común. Por suerte la religión está más desfasada y desprestigiada en mi país y los fanáticos religiosos no pasan de ser meros frikis (con sus tonterías particulares).

Por lo que he visto por internet en Sudamérica los religiosos (y algún que otro telepredicador) todavía tienen una buena parroquia para seguir dando el coñazo al personal (hueva).

Salut

PD: Te amo elenita, dime cosas sucias aunque estén en cristiano.