la inolvidable experiencia del cine

Ahh qué chido es ir al cine, no hay nada como ver la teletotota como le dice Kevin, el sobrino favorito del Chichifito. A mí y la puchona nos gusta mucho, antes de establecer el contrato verbal de sana convivencia entre la puchis y yogui, yo vivía una cuadra del Cineforo donde termina Juárez y comienza Vallarta y el Chichifo era mi vecino, así que ya imaginarán que visitaba muy seguido el cineforo. A veces no tenía nada qué hacer y entraba a ver cualquier película que estuvieran presentando, a veces le atinaba, a veces me dormía, aprendí a salirme de una película mala a los 15 minutos sin que me importara, y aprendí que el cine de arte es más barato y mejor hecho que lo que te cobran en cinépolis por ver churros joligudenses. Pero bueno, hay de todo básicamente. Recuerdo una vez que en nuestro edificio nos quedamos sin luz una semana sin que la CFE hiciera ni madres con el pretexto de que solamente era nuestro edificio y que había otras zonas más grandes que reparar por la temporada de lluvias, mi refrigerador se convirtió en granja de experimentos con cultivos bacteriológicos y colonias microbianas, pude haber descubierto alguna cura para enfermedades crónicas pero no me alcanzó una semana nada más. La sensación de estar a oscuras con la luz de una luna llena me fascinó, y me aventuré a salir encuerado al balcón del interior del edificio a disfrutar de una noche calurosa bajo el amparo de la oscuridad cortesía de una empresa de clase mundial. Creo que ya me desvié... el chiste es que durante esa semana el cineforo se convirtió en mis 2 horas de tele para conciliar el sueño antes de apagar mis botellas de pepsi con velas y dormir. El Semen Eleven que estaba justo al lado se convirtió en mi cocina también. Pero desde esa época no he vuelto a ver tanto cine, ya no es la misma, áca vivimos cerca del Centro Magno pero definitivamente no es igual. Hace mucho que no íbamos al cine y ayer nos decidimos a ir para ver la de El Perfume, queríamos verla porque somos parte de los millones de personas que afirman haber leído el libro. Sabíamos del peligro que podía representar una decisión de ese tamaño... viernes... en la noche... ya veía la escena perfectamente.

Sabelotodo-pseudointelectual-wanna-be: (susurrándole a toda la sala) - ahhh, ya le caché, aquí es cuando mata por primera vez...

Acompañante: - aahhhhhh...

A huevo, no falta el baboso. Y a huevo también quieren por alguna razón que sepan que ellos ya leyeron el libro. Además están las cotorras que no pueden dejar de comentar lo que está pasando en la película, como cuando activas la opción de 'comentarios de los productores' en el dvd, o ves la película o les prestas atención.

Pero bueno, escogimos la última función porque era a las 10:45 y creímos que era muy tarde para que estuviera llena pero nos equivocamos. Llegamos después de los 15 minutos de comerciales y cortos y demás pero la sala ya estaba llena. Nos fuimos a la parte de arriba y en la penúltima fila vimos 2 lugares al centro y ahí nos sentamos.
De la película no les voy a decir nada, pa qué, yo ni sé sus gustos. No pasaron ni 15 minutos cuando suena el celular de la gorda que tenía yo al lado, eso es too much para la puchis, así que le espetó en la cara un sonoro ssssssshhhhhhhhhhhhh!!!, mientras la gorda trataba de ponerse de acuerdo con sus acompañantes para ver a dónde ir y avisarle a la persona en el celular. Un nervioso 'nos vemos en el Red Pub' se escuchó. El el instante vi como unas 5 personas alrededor, yo incluido, silenciaban su aparato antes de que la puchona se enojara. A mí sí me dio un poco de pena porque tenía a la gorda de un lado y a la puchis del otro, yo en medio mientras una cotorreaba y la otra la callaba. Digo, entiendo a la puchis y le doy la razón, pero a veces pierde uno más tiempo y hasta el buen humor dándole importancia a estas cosas, terminas enojado y ni le pones atención a la película. A mí me pasa lo mismo que a ella pero en el tráfico, termino enojado y pendejeando a todo el mundo, hasta eso no hago escándalo con el claxon ni nada pero yo solito me enojo. Después las típicas voces de atrás donde fulanito le explica a sutanito cuáles son las escenas a las que les tiene que poner atención.

El baboso de adelante se puso a hacer ademanes con los brazos explicándole a su esposa lo que estaba viendo en la pantalla y que él ya había leído en el libro.

Pero lo que se llevó la función fue que la gorda resultó ser, junto con una amigocha que estaba sentada junto a ella, productora de la película. Así es, tal como lo oyen, y como en los dvd's asumieron su papel de comentaristas de la película. Parecían de esas almas caritativas que entregadamente relatan a los invidentes lo que pasa en la película para que no pierda ningún detalle de lo que no se aprecia en el sonido: 'ahh, se cayó' decía la gorda cuando observaba que el personaje de la película efectivamente se había caído. Bien podía cerrar los ojos para descansar mi vista y dejar que la gorda y su amigocha me narraran la película, estoy seguro que no me habría perdido de nada importante.

Sé que si que le hubiera dicho algo tendría razón en hacerlo pero también siento que es pérdida de tiempo y energía. Claro no dije nada, al final cuando empezaron los créditos nos levantamos y volteándola a ver dije 'a ver cuando cuando la vemos sin comentarios' mientras la puchona soltó la carcajada. Estoy seguro que ni me comprendió, estoy seguro que es de esas personas que piensan 'ay, que mamones, si no les gusta que mejor la renten y la vean en su casa' y está en su derecho de pensar lo que quiera, total, que viva el relativismo... gracias Einstein.

La Puchis salió diciendo que nunca más regresaría al cine, pero supongo que se refiere a ir al cine en miércoles, viernes, y domingo en la tarde, sábados quizá. Tendremos que volvernos frecuentadores de cines vacíos, ir a deshoras, comprar boletos de matineé, o conducir hasta plaza bugambilias porque vivir sin cine... jamás, el cine es una experiencia inolvidable.

Ahí se ven perros.

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Ok, sí, lo acepto. No he escrito pero neta no es por webas, han sido diversas circunstancias. Una es la falta de inspiración, neta no se me ocurría, unos de esos lapsus. Otra pues la chamba, ya me cambiaron la jugada nuevamente. Finalmente me obligaron a tomar otro puesto y hacerme cargo de un departamento que ya conozco pero en el que ya no quería estar. La neta es más putiza porque son mas responsabilidades, más salidas tarde y más presión, pero bueno por lo menos logré un aumento,je. Según esto es temporal, ya veremos. Bueno, espero escribir pronto nuevamente.