lunes, septiembre 21, 2009

playlist del mes (mega viernes otra vez)

No están ustedes para saberlo ni yo para contarlo pero hace poco fue el cumpleaños de la Puchona y nos aventamos una comilona épica, le pedimos a un amigo que vive en Ajijic, frente al lado de Chapala, que nos prestara el jardín de su casa para hacer una carnita asada que fue todo un éxito, llenamos una de esas albercas inflables pero de cerveza y hielos, se veía poca madre la neta.

Como las ocupaciones iban a ser varias entre la botana, atender a los invitados y asar la carne, me di a la tarea de armar un playlist como de 7 horas para nada más picarle play en modo shuffle y desentenderme del asunto. Quería poner algo así como nuestras rolas favoritas pero no tanto de electrónica sino de bandas que nos laten y quería centrarme casi exclusivamente en los noventas para recordar buenos tiempos (con eso de que los ochentas ya están cansando un poco), claro que por ahí se colaron algunas ochenteras y dosmileras pero la onda era recordar buenas rolas con buenas bandas que se han quedado perdidas por ahí en el baúl de los recuerdos.

La mentada lista tuvo tanto éxito que fue de las cosas más mencionadas de la fiesta y más de uno me ha estado insistiendo en que se las pase, a mí también me ha gustado tanto que he estado escuchando el playlist durante todo el mes y todavía no me ha hartado así que antes de que pase a mejor vida prefiero postearlo aquí para disfrute de quien quiera. Todas están listas para descarga dentro de un folder en mediafire y además encontré una madre que se llama grooveshark que permite buscar canciones y usarlas como widget para escuhar en línea por si alguien no sabe bien cuál es y quiere escucharla antes de bajarla ya arreglé el pedo que hacía que la página crasheara, todas las canciones están listas para escucharlas dentro de un sólo widget a manera de playlist.

Si no conoces alguna yo digo que te des una oportunidad de escucharla, no pierdes nada y capaz que descubres alguna que te guste y no sabías de ella.

La neta es una putiza subirlas para descarga, sobre todo tomando en cuenta que las otras que he subido no han tenido mucho éxito que digamos (los hits de downloads no mienten, ja) pero bueno, me vale, me late poder compartirlas con quien las quiera, así que ahí les va:

Para descargar cualquiera de las rolas dentro del folder haz click aquí



Ahí se ven, perros.

jueves, septiembre 10, 2009

Ch-ch-ch-ch-changes, Just gonna have to be a different man... Final

Por fin, el final finito.

Esto lo dejé para el final porque en realidad no sé
muy bien cómo abordar el tema. La verdad es que no estoy presumiendo nada, como me dijo el buen SexTypeThing, de verdad, es que como dije en el primer post, estoy en una etapa en la que me pregunto ¿qué es lo que me define? también estoy tratando de explicar mi silencio durante casi 2 meses, y porque creo que ya no estoy tan seguro de que me conozcan, digo soy el mismo, simplemente que ya no soy igual que antes, eso es todo. Además una de las cosas que me han aconsejado por todos lados es que tengo que decirle todo lo que he estado diciendo a todas las personas que conozco, incluídos los bloggers. Así las probabilidades de lograr mis cambios con éxito crecen exponencialmente.

Tampoco es que quiera hacerla mucho de jamón, así que ahí les voy: tengo 8 semanas sin fumar mota.


La dejé porque me di cuenta que estaba comenzando a controlar mi vida, porque no es posible que todo gire en torno a una sola cosa, porque me aislaba demasiado, porque ya no estaba a gusto si no andaba pacheco, porque prefería estar encerrado fumando mota que salir a pistear con mis amigos o a cualquier otro lugar donde no pudiera fumarla, porque estaba gastando demasiado en mota cuando todo el mundo sabe que la mota es baratísima, porque necesitaba fumarla para ver una película, para ver una serie, para leer, para ir al baño, para que me diera hambre, para dormir, para ir a un concierto, para estar en la playa, para todo siempre había un pretexto. Porque ya ni me pegaba cuando todo mundo me decía que mi mota estaba bien cabrona, porque hasta se me olvidó lo chingón que se sentía ponerse pacheco, ya fumaba para sentirme "normal" y eso es demasiado.

Nunca me gustó ir a la oficina pacheco, ni pedo por ejemplo, no podía concentrarme así; pero en cuanto llegaba de la oficina a mi casa nada me hacía más feliz que prender mi pipa de la paz y ponerme hasta las manitas de pacheco, podía haber tenido el pinche día más culero del mundo pero en cuanto aspiraba ese humo maravilloso todo estaba bien, todo encajaba, todo me resbalaba y las cosas tenían sentido nuevamente, me desestresaba, me perdía en ella.

El problema fue que a partir de este año que estoy chambeando en casa comencé a fumarla día y noche, todo el tiempo y la verdad es que la mota te hace súper mega huevón, no quieres hacer nada de nada, lo único que quieres es seguir fumando y comer y después de comer volver a fumar hasta que te da sueño y te duermes y ya, se acabó tu día, y eso no está chido. Perdí las ganas de seguir adelante, perdí la noción de casi todo, dejé de soñar dormido, nunca recordaba mis sueños y me comencé a sentir en un estado de depresión constante, como en un barril sin fondo, cayendo en espiral, esperando... siempre esperando que algo sucediera sin que llegara nunca, y eso no es vida.

La verdad es que no la satanizo, no considero que la mota es mala ni les voy a decir que tengan mucho cuidado con ella, mi
filosofía siempre ha sido que cada quién haga de su culo un papalote y lo eche a volar...

De cualquier forma nadie experimenta en cabeza ajena, y la mariguana es algo que todos deberían experimentar por lo menos una vez en su vida, de neta, como el alcohol pienso yo. Es más, en mi opinión el alcohol es peor yo diría.

Aquí sí voy a diferir un poco con la opinión del Zónico, yo, a pesar de haber caído en la adicción a la mariguana, estoy a favor de la despenalización del consumo de mariguana. Yo no creo que si la legalizan todo el mundo se va a poner a fumar mota sin parar ni esto se va a convertir en un caos ni nada por el estilo, no pasa nada, hay que decir las cosas como son, el alcohol produce mucho más daño en todo el mundo que la mariguana, aunque eso no quiere decir que sea una droga buena, las drogas buenas no existen, punto.

Lo que es un hecho es que el ser humano necesita intoxicarse, esa es la realidad, bueno no es que lo necesite como necesita el aire para respirar o el agua para vivir, no se trata de eso, sino que a veces las personas necesitan intoxicarse para aligerar sus pedos, para pasarla bien, para olvidarse del estrés, para relajarse y desinhibirse un poco y por eso tomamos y por eso usamos otras drogas más o menos fuertes, las que sean. Y el hombre no es el único animal que lo hace, alrededor de 300 especies reconocidas se intoxican con algo y se ponen bien pasadotes y no hay pedo, y lo hacen con esa intención, es algo natural... y hermoso, jajajaja.

No digo que sea un buen comportamiento, lo que
digo es que es un comportamiento natural e intencional, consciente.

Si no lo creen chequen estos videíllos, jejeje.










Cuando estaba chico escuchaba muchas historias sobre las drogas, muchas historias erróneas y muchos mitos que no hacen sino meterte ideas raras y estúpidas en la cabeza, prejuicios acerca de las personas que usan drogas ilegales, cuando la realidad es que el tabaco y el alcohol muchas veces son peores pero eso sí, aceptados socialmente. Mientras el wey que se la pasa fumando no es más que un simple vicioso, un "mariguanillo" en estricto sentido peyorativo; el wey que aguanta más pisto es un chingonazo, y eso sí me parece algo ridículo. El aguantar mucho alcohol es algo para presumir, mientras que el ser bien pacheco es algo para esconder, qué mamada.

¿Qué pasaría si se legalizara la mariguana? Nada, la gente no se va a poner a fumar en la calle, ni llegarán más personas
bien pachecas al trabajo ni nada de eso, ¿o acaso ustedes ven que eso sucede con el alcohol? existen lugares y existen situaciones en las que se permite tomar pero el que alguien se la pase borracho todo el tiempo sigue siendo mal visto, como lo sería para alguien que se la pasa mariguano todo el día. Claro que la adicción existe, igual que existe el alcoholismo, pero eso no quiere decir que todo el que la fume se hará dependiente de ella, como lo fui yo.

Yo no sé ustedes pero a mí me enferma tanta doble moral. Examinemos a los gringos, por ejemplo, hablando sandeces y gastando fortunas para prevenir el consumo y desprestigiar a los mexicanos diciendo que todos los traficantes de mariguana son mexicas cuando la realidad es que los gringos son altos productores de esta hierba y no sólo eso: ver a alguien prendiendo un churro en sus películas es tan normal que pareciera que fuera legal, de verdad, ya es rarísimo ver una película en donde no salga alguien fumando mota, ¿dónde la compran o qué? ¿o van a decir que todos esos son enfermos terminales? es ridículo seguir negándolo, el consumo de mariguana es una costumbre cada vez más arraigada para muchas sociedades en el mundo. Aquí en México lo raro sería acudir a un evento masivo y que el olor característico no les llegara ni por asomo, llámese concierto, partidos de fútbol, o lo que sea, invariablemente se pegarán un hornazo.

Pero como todo en la vida, cualquier exceso es malo, de
la chingada, consume tu vida, te hace miserable, te empequeñece, te devora por dentro y te carcome y te carga la chingada. Peor aún, no te deja vivir en paz y pone en riesgo tu vida, y no estoy hablando nada más de la adicción a la mota, estoy hablando de cualquier sustancia que consumas en exceso, llámese alcohol o llámese azúcar, es lo mismo.

Nuevamente aclaro, conozco muchas personas que no tienen pedos con la mota y son felices como cualquier cabrón que se pone pedo los fines de semana sin que por ello su vida se vea afectada. Aquí el del problema soy yo, no la mota.

Hace poco un compa que me invitó a una reunión en su casa me advirtió así como no queriendo la cosa "oye wey, pero... vamos a fumar mota, ¿no hay pedo? ¿no te agüitas?" "no mames, claro que no, si el del pedo soy yo no ustedes, por mí fúmense los gallos que quieran cabrones" le respondí. Y es cierto, ya parece que ahora voy a andar de hipócrita y persignado así como de "ay no, fuchila, bola de viciosos" jajajajajaja. Lo mismo que con el tabaco, si alguien quiere fumar delante de mí no tengo ningún problema, la gente como que siente un poco de remordimiento, como si por eso fuera a caer en la tentación y no digo que nunca jamás se me vaya a antojar pero pues ni pedo, algún día se me tienen que quitar las ganas, sobre todo con el tabaco, con la mota no hay tanto pedo ni es tan cabrona la adicción. De hecho yo diría que la adicción al tabaco es un millón de veces más poderosa que la de la mota, se los podría firmar.

Alguna vez había dejado de fumar mota por diversas circunstancias (hablo de cuando ya tenía la adicción, que considero que la tengo de unos 2 o 3 años para acá), porque estaba enfermo, o porque estaba de viaje y no podía llevar nada ni conectar por allá, y la eriza estaba cabrona. Era una sensación como de incomodidad, como si mi piel estuviera muy sensible y hasta el viento rozándome los brazos me molestaba, se me erizaban los vellos y me sentía de malhumor, y por eso también una vez que decidí dejarla sentía un poco de temor por el recuerdo de esos episodios, pero ya estaba decidido.

Lo que hice fue que primero le bajé al consumo una semana, dejé de ponerme pacheco durante el día y sólo fumaba por las noches, como antes cuando trabajaba. Me di cuenta que podía vivir sin sentirme pacheco todo el tiempo, solo que tenía una dependencia física de tanto fumarla. Luego, el domingo por la noche agarré mi pacheco kit y le dije a Puchona que iba al parque a despedirme y entonces, igual que como con el tabaco y bien puesto hasta las manitas de pacheco le hablé largo y tendido, le reclamé, se la hice de pedo bien cabrón porque me sentía defraudado, traicionado por ella porque me hacía pasar por eso, porque me hacía mucho daño y ya no me dejaba vivir en paz y entonces le expliqué que ya no podíamos estar juntos, que lo nuestro había sido bueno pero había terminado, que no la necesitaba para sentirme feliz y que era más feliz sin ella, en fin que lo nuestro no podía continuar. Y entonces tiré a la basura todo lo que me conectaba con ella, mi pacheco kit, mi pipa, es más tiré un buen guatote, y pensé en que quizá iba a ser feliz a un pepenador pero me deshice de tocho, mi pipa tan envidiada todavía hay gente que me reclama que por qué no se la regalé junto con el guato pero no podía, sabía que si la regalaba iba a pensar en que estaba a mi alcance o algo así, y pensé que lo mejor para mí era deshacerme de todo aquéllo con lo que estuviera conectado. Regresé a la casa y me dormí. Al día siguiente me levanté a correr junto con la puchona y al pasar por el bote de basura todavía seguía ahí "mira" le dije a la puchona señalando al pacheco kit... "no lo puedo creer" fue su respuesta, tan no lo podía creer que hasta le tomó una foto con su cel al méndigo bote, jajajaja.


No estuvo tan cabrón el asunto, obvio que al tener una dependecia física pues claro que tu cuerpo lo resiente, pero no lo comparo con el tabaco ni de chiste, nada que ver. Todo era cuestión de decidirse a hacerlo, lo demás es mucho más sencillo. Tampoco voy a decir que estuvo super bien pelado porque no fue así, me llegó la ansiedad una que otra vez durante la primera semana sobre todo y mucho más leve la segunda semana, a partir de la tercera casi casi se me olvidó todo el asunto aunque también el tabaco y el alcohol me hicieron un parote.

El cigarro para quitarme la ansiedad de aspirar humo aunque como resultado comencé a fumar más y más porque no me sabía igual ni tenía los resultados que mi cuerpo me pedía, entonces cada que apagaba un cigarro ya quería prender el otro simplemente porque el tabaco no me ponía como yo quería, esto era de manera inconsciente y a veces casi autómata. Y el alcohol me ayudó a satisfacer esa necesidad de ponerme, de colocarme, de sentirme apendejado, aunque lo reservé sólo para las noches, tampoco crean que me ponía bien pedo todas las noches; incluso le llegué a comentar a la puchona que ya me daba miedo que me fuera a volver alcohólico por andar sustituyendo una dependencia por otra pero ella nada más se reía y me hacía ver (con toda razón) que no por tomarme 3 o 4 chelas diario me iba a volver alcohólico, digo, no es que me pusiera a tomar hasta perder la inconsciencia, además para ser sincero el alcohol no es lo mío, nunca lo ha sido, nunca me ha gustado mucho ni creo que vaya a pistear más por ello, me caga las bolas ponerme pedo, me gusta tomar pero hasta ahí, sé cuando parar. Lo mío, lo mío, lo mío pues es la pachequez para qué me hago pendejo.

Es curioso, hoy que ya pasaron casi 2 meses de todo eso lo veo como algo muy lejano, algo que pasó hace ya buen rato, como si fuera una parte de mi vida que ya no existe, a la que ya le di la vuelta y cuando pienso en ello es como recordar mis días de escuela, un capítulo cerrado. Hace unos días le comenté a la puchona todo esto, de repente así de la nada me puse a pensar en que ya no recordaba la última vez que se me antojó fumarme un gallo, que no pensaba en todo ello y que ya ni recuerdo bien cómo era la sensación de ansiedad de los primeros días. Ella dice que algún día así también voy a pensar en el tabaco, como algo que ya pasó, y que ni me voy a acordar de él... ojalá. Por mi bien así lo espero, y mientras más pronto mejor.

No se me antoja la mota para nada, no me dan ganas de fumar mota en ningún momento, de hecho pienso en la tosedera, en las flemas, en mis ojitos pachichis todo el tiempo y no tengo ganas de nada de eso, no me gustaría volver a caer. En cambio con el cigarro me siento en constante riesgo de recaer, lo que me ayuda es que tengo a la puchona a mi lado, cada vez que siento un poco de ansiedad lo platicamos, platicamos sobre lo bien que nos sentimos libres de la nicotina y el alquitrán, de que nos sentimos mejor físicamente, y eso nos ayuda a los dos, y me hace darme cuenta que vale la pena el sacrificio y pasar por este trago amargo para poder un día decir, igual que con la mota, ya no se me antoja para nada.

Lo que extraño de la mota es más que nada, los momentos de pachequez, es decir, no extraño fumarla, extraño más bien cómo me cagaba de risa cuando veía padre de familia bien pacheco por ejemplo, o los ataques de risa con mis amigos en las reuniones acá estilo That 70's show, diciendo pendejada y media, ese tipo de cosas las añoro, pero bueno tampoco las necesito a decir verdad. A lo mejor aprendo a llegar a ese estado de consciencia (o inconciencia) sin necesidad de prender un gallo, a fin de cuentas, todo está en la mente de uno.

Como dije anteriormente, no satanizo la mota, no creo que sea algo dañino porque no es necesario estar fume y fume 1 o 2 cajetillas diarias ni nada de eso, le das unos toques y con eso tienes para andar pachecote un buen rato, como cuando te tomas unos pistos y agarras cierto nivel (a lo que algunas personas le llaman "estar/andar happy") y listo, sin tener que empedarte a huevo.
No sé si algún día fumaré mota, yo creo que sí. Conozco señores ya hasta de 70 años que se fuman 1 o 2 gallos al año y son felices, y ya, sin mayores pedos. La tienen para ocasiones muy especiales, como el papá de un amigo que cuando supo que iba a venir Roger Waters acá a guanatos le dijo a su hijo que comprara 2 boletos y le consiguiera un gallo, porque escuchar Dark Side of the Moon bien pacheco y en vivo junto con su hijo no tiene precio, y listo sin mayores pedos.

Como danielitacómisca que cuando le conté que ya no fumaba mota casi que lo primero que me dijo fue "pero sí vas a fumar conmigo cuando vaya a visitarte ¿verdad?" y no se lo aseguré pero sí le dije que como era una ocasión especial a lo mejor sí. O a lo mejor en Depeche Mode puede que la ocasión lo amerite, no lo sé, a ver si se me antoja. O puede suceder como también me dijo danny "capaz que le das unos toques, te da la pálida y se quitan las ganas de volver a fumarla"... capaz que sí.

Por lo pronto estoy motivándome para no fumar tabaco con la promesa de que si aguanto sin fumar nada de nada de aquí a mi cumpleaños me voy a premiar con un churro ese día, cigarro no porque si me ponen una pistola y me dan a escoger entre el tabaco y la mota prefiero mil veces ponerme pacheco que agarrar esa mierda del tabaco otra vez me cae, eso no es vida, es puro veneno encapsulado en papel arroz con un filtro.


De lo que sí estoy seguro es de que si me fumo un gallo en mi cumpleaños por nada del mundo me fumaré otro al día siguiente, porque aceptémoslo: ¿qué tendría eso de especial?

No gracias.

Y ahora sí, eso es tocho morocho, este tema de los cambios se ha terminado, ya no los molestaré más con estas mamadas y espero escribir cosas más divertidas próximamente.

Ahí se ven, perros.

martes, septiembre 08, 2009

Ch-ch-ch-ch-changes, Just gonna have to be a different man... Pt. 3

Qué once pipol? (estoy haciendo garras con los saludos nacos, lo sé) Como ya es costumbre y para no variarle me arranco con la tercera entrega de éstos posts kilométricos que hasta vergüenza me daría postear todos juntos.

Otro de los cambios importantes en mi vida este año ha sido el referente a mis malos hábitos, y digo malos porque los considero dañinos para mi salud. Soy un fumador ya desde hace más de 15 años y últimamente mi consumo se ha elevado exponencialmente, consumo que ha derivado en condiciones físicas deplorables y cada vez más notorias.


Sobra decir por qué considero el tabaco como algo malo para la salud, eso es del conocimiento público y no estoy yo para comenzar ninguna cruzada ni promocionar ningún programa social. Lo que sí diré es que todo eso de mencionar cosas malas sobre el fumar tiene poco o nulo efecto en mi persona y en los fumadores en general, creo que ahí sí los programas preventivos han fallado rotundamente.

El cigarro para mí ha sido el vicio más gratificante, delicioso y estúpido que pude haber agarrado; es mi compañero y también mi ruina, como la novia más seductora, intoxicante y conflictiva que pude haber tenido, en pocas palabras: una relación muy destructiva.


Desde el año pasado había pensado que mis días como fumador estaban contados... por múltiples razones.


Para empezar, la más obvia, mi salud. No creo que fumando 1 ó 2 cajetillas de veneno al día pueda yo llegar a viejo, digamos que mi historial genético está algo jodido; en mi familia tengo de todo, muertos por cáncer, diabéticos, mala circulación, infartos, paros respiratorios, etc. ¿Para qué tentar a la muerte? Últimamente me había empezado a sentir mal con taquicardias, adormecimiento de piernas, punzaciones en los brazos, flemas espantosas y ese tipo de cosas nada gratas que cualquier fumador empedernido podría fácilmente reconocer como síntomas inequívocos de que las cosas no van nada bien.


Otra razón importante para dejar de fumar sería la ley antitabaco... así como lo leen. Eso ha sido un fuerte disuasivo para mí porque no me gusta senti
rme discriminado, apartado, apestoso. Imaginen la escena... un bar poca madre, con mis compas, con la puchona, pisto a morir, música poca madre... o un buen restaurante, la puchona como buena compañía, con un buen vinito, comida para chuparse los dedos... y el perro sin poder disfrutar nada de eso porque en mi mente existe un sólo y recalcitrante pensamiento: "¿por qué chingados no me dejan fumar aquí?" o "quiero un puto cigarrooooooooooo!" es de la verga sinceramente, se siente uno mal de que lo volteen a ver con cara de asco, como si fuera uno leproso, y me caga las bolas tener que salirme a la calle a fumar, con los demás viciosos ahí sacándote plática para perder el tiempo porque no les sabe igual el cigarro a solas. Hasta ahora aquí en guanatos city rocks no ha habido mayores pedos porque casi todos los negocios se han hecho de la vista gorda con la entrada en vigor de la prohibición pero en otros lares como en mi rancho playero desde hace más de un año que no se puede fumar en ningún lado, lo que se me hace curioso es que ahora sales en la noche y te encuentras con que todo el mundo está afuera pisteando y echándose su cigarrito a toda madre y prácticamente entran sólo para pedir un pisto o para ir a echar la fima, convirtiéndose aquéllo en pura pachanga callejera, aunque no creo que dure mucho tanta permisividad. Ni en Majatlán para pistear en la calle tan descaradamente, ni en Guanatos para hacerse los sordos indefinidamente con la mentada ley.


Por último está la razón más motivante de todas
(porque la de la salud es como una espinillita en el culo que te está chingando todo el tiempo pero sabes que si te sientas de ladito ya no te molesta tanto): para poder avanzar con la onda del ejercicio... aunque Ud. no lo crea. Si algo me desespera ahora que comprobé que hacer ejercicio ha resultado en una actividad placentera y gratificante para mí es saber que no puedes correr más rápido o tener mayor resistencia por culpa de tu dichoso amigo flacucho y cilíndrico. Ves a los demás como si nada, a la corre y corre mientras tú andas ahí aparentando vigor y resistencia pero por dentro estás que te carga la chingada con el corazón a punto de salirse de tu pecho y queriendo jalar más aire porque te estás ahogando pero nada más no entra por más que le intentes. Además le llegan a uno esos pensamientos de "si puedo hacer esto fumando más de 1 cajetilla al día imagínate cúanto podría correr si no fumara" y eso duele, aunque sea en el ego, pero duele. Duele saber que por pinche vicioso tus posibilidades de terminar una pinchurrienta carrera de 10 kms. son nulas, o que te pegan una arrastrada los viejillos ésos que te llevan como 20 o 30 años y tú los ves como si nada. Así de competitivo se vuelve el pedo éste. Entonces si quieres avanzar el cigarro te estorba, es un hecho.


Habíamos estado evaluando qué métodos nos podrían funcionar mejor, desde las mamadas como los parches, chicles, hipnosis, hasta los más modernillos como los champix, el bupropión, quesque Allen Carr y demás chingaderas costosas y dizque efectivas. A mí me daba un poco de terror (¿un poco?) por el recuerdo de mis ocasionales intentos fallidos en los que la puchona terminaba rogándome para fumara nuevamente porque ya no me aguantaba el pinche humor que me cargaba. Reunimos algo de información y
consejos y estuvimos meditando seriamente cuándo podría ser el momento más propicio, es decir, haciéndonos pendejos indefinidamente para poder seguir fumando. Decidimos que valía la pena intentar el método del "un huevo y la mitad del otro", es decir, no usar nada más que hacerse un coco wash en la cabeza y convencerse de que es lo mejor. La puchona lo dejó cómodamente en mis manos con la típica "cuando tú me digas que estás listo lo hacemos".

¿Cómo es que me decidí a hacerlo? Bueno primero pensé en
que si estuviera chambeando en una oficina sería casi imposible para mí y que debería aprovechar que estaba en casa para poder encerrarme en mi pequeño caparazón en caso de que necesitara adoptar la posición fetal y que mi humor fuera insoportable; y después se juntaron una serie de acontecimientos como que un primo que es más chico que yo le diera una pancreatitis aguda por comer y tomar en exceso, el que un sobrino de una tía mía que me llevará unos 10 años cuando mucho sufriera 2 infartos en una misma noche por tanto fumar y tomar y comer y no hacer ejercicio y tener demasiado estrés en su chamba, o que un muy amigo mío de la universidad sufriera una tombrosis en una de sus piernas y un coágulo se le fuera hasta el mismísimo pulmón después de fumar igual que yo y manejar también demasiado estrés en su chamba, que decidí verlos como señales inequívocas de que si no cambiaba de hábitos el siguiente podía ser yo mero.


Un viernes cualquiera le estaba platicando a la puchona que ya quería que dejáramos de fumar y me repitió lo mismo que otras tantas veces "pues cuando tú me digas" pero a mí esta vez me salió del alma y sin mucho pensarlo "¿y qué te parece después de este fin de semana?"

Al siguiente lunes cada uno hicimos nuestra propia ceremonia de despedida. Yo salí al balcón a "platicar con el cigarro" mientras me fumaba mi último pitillo... yo sé que suena ridículo pero siento que eso me funciona bien cabrón, comencé a platicarle y terminé encabronado con él, le dije de todo, le dije cuánto me gustaba pero que no me dejaba en paz ni un segundo, cómo me cagaba que me tuviera agarrado de los huevos, cuánto daño me hacía, que no quería volver a verlo, que le tenía mucho coraje, y todas aquéllas pa
labras que parecerían destinadas a una novia conflictiva en el momento de tronar con ella. Rompí uno a uno los cigarros restantes y me deshice de mis encendedores, los ceniceros los refundimos en un rincón de la alacena para no tener que verlos, y hasta la fecha ahí siguen. Cuando regresé del balcón le dije a la puchona evidentemente encabronado "Ya no fumo", y de verdad que siento que algo hizo click en mi cabeza desde ese momento, algo cambió en mí. Esa noche tuve pesadillas con el cigarro cuando todavía ni siquiera había pasado nada de tiempo sin fumar, al día siguiente la garganta me molestaba, la sentía irritada. A la puchona le molestó la garganta casi inmediatamente y se enfermó la primera semana de gripe. Es el cigarro haciéndonos chantaje.

Ahora estamos en nuestra tercera semana sin fumar, nada de humo ha entrado en nuestros pulmones y ambos nos sentimos orgullosos de eso. No pienso que ya la hicimos ni voy a decir que ha sido súper fácil, creo que a los dos nos queda todavía camino por recorrer, pero puedo decir que no ha sido tan malo como yo lo esperaba, a lo mejor llegué a un punto que me siento mentalmente preparado para lo que viene, no lo sé, pero creo que la clave para mí ha sido pensar en todos los beneficios (económicos, de salud, etc) que el dejar de fumar me ha traído a mi vida, mi nueva vida.


Puedo decir, ahora sí, que este espacio es un espacio libre de humo.


Chale, yo quería terminar el tema con este post pero todavía me falta otro cambio importante por contarles, y si le sigo ahorita esto ya va a parecer burla.

En efecto, el cambio que falta por contar es ése en el que están pensando, es un hecho. De hecho puedo adelantarles que ese cambio que hice lo hice mucho antes de dejar el cigarro, pero no sé por qué quise dejarlo para el final.

Ni modo, así es la vida... y este blog.

Ahí se ven, perros.