lunes, noviembre 21, 2005

Finde

El fin de semana estuvo productivo.

El viernes, como les había dicho, nos lanzamos a ver a Miki y Silverio Show al F.Bolko.

La división reinó desde el principio y durante toda la noche.

Primero cuando salí de la chamba La Puchona me comentó que la ronquis, el canhijo, y la limonita sí estaban apuntados, que los Star (la doñis y el chacalito) no estaban seguros y que el pelón se había rajado porque el cabrón salía para París el sábado por la mañana.

Luego, antes de salir, nos habló el pelón, que si queríamos ir a tomar una chela a la i latina porque ahí estaban cenando, pero le dijimos que nel, porque iban a dar las 10 pm y nos habían dicho que la vez pasada que estuvo Silverio se atascó bien cabrón.

Ya para salir, lo pensamos mejor y como el pelón anda de sentida (ando de charlie burgos diría él) últimamente, decidimos ir mejor a despedir a la putíchima de parís pos total, qué es una chela.

Llegamos a la chingadera esa y estaba hasta el huevo, ahí estaban el pelón, la doñis, el chacal, el canhijo y la ronquis y ya habían cenado; la bronca eran los lugares, estaban 6 personas en una mesa para 4, y por supuesto luego luego la loquita del hostess nos la hizo de pedo y nos dijo que no podíamos estar ahí porque bloqueábamos el paso. Pedimos 2 sillas extras y cuándo las estaban consiguiendo llegaron también la limonita y la marida.

Pos ya para que no hubiera pedo, La Puchona y yo nos sentamos en una mesa para 2 enfrente de dónde estaban todos, y el pelón se sentó con nosotros para detallarnos su itinerario: primero a París, 2 días creo; después iban a rentar un carro y por carretera hasta Berlín, luego alrededor de Alemania (Frankfurt y no sé dónde más), después a Praga y otras partes para finalmente regresar a París otros días y de ahí una última parada en Barcelona por 4 días.

Méndigo pelón, 15 días en total. Ojalá agarre muchas vergas por allá pa’ que se le relaje un poco más el esfínter, jajajajaja.

Por ahí de las 11 y con 3 chelas en el estómago nos despedimos todos. Resultó que el chacal tenía pases para una fiesta en el Shaga, quesque iba a estar muy buena, con pisto gratis y toda la cosa, y así, la doñis dijo que tenía hueva de salir, el chacal al shaga, el pelón al aeropuerto a las 7, el canhijo y la ronquis decidieron irse también al shaga, la marida dijo que tenía entrega de trabajo en la escuela y el único que aceptó ir al F. fue la limonita.

Nosotros aunque nos tentaba lo del shaga, queríamos ir a ver qué pedo con los nuevos ricos, a ver si eran tan buenos como se escuchaban.

Llegamos al F. Bolko y aunque había bastante gente afuera nos dimos cuenta que adentro estaba medio vacío, menos de la mitad, pero la neta está cabrón llenar esa madre. Pedimos unos pistos y nos fuimos a checar los cuadros que estaban exhibiendo, de todos no se hacía uno la neta.


El F. Bolko me gusta, se me hace que podría ser un buen bar pero parece que solamente se va a quedar en promesa. Es un antro que tiene todo para hacerla, pero los quillos (quillo=chilango light) son difíciles de complacer, bueno no tanto, más bien son complicados, como dirían en mi pueblo ni quién los entienda. El chiste es que el F. Bolko es una buena propuesta, diferente, fresca en un momento en que las propuestas en Guadalajara se limitan a poner las malditas micheladas que se han reproducido como cucarachas por acá.

Cada quién hace de su culo un papalote y lo echar a volar como mejor le plazca, pero hablando de propuestas de corte alternativo, Guadalajara se queda corta. Tenemos algunos buenos bares (insisto, alternativos) pero son pocos para una ciudad de este tamaño, además, ya hace bastantes años que no se abre nada nuevo, todos son copia de la copia y por eso no duran nada.

El F. Bolko es un bar instalado dentro de una bodega, al oriente de la ciudad, entre puros bares que en el nombre llevan la penitencia: La Dolce Chela, Doze, Doble U, Osea Club, La Perezosa, etc., y que quizá sea por ello que nos parece poco atractivo. Desde hace muchos años la zona es territorios de cantinas fresas, de esas donde se vende pura sobra de chela en barril, y con rocola de música grupera incluida.

El bodegón, a diferencia del Américas, el Red Room, o el Candela, es casi imposible de llenar. Pocas veces lo he visto realmente lleno, pero han sido muy buenas fiestas. La decoración es cachonda, por eso me gusta tanto. Está lleno de cuadros y fotografías en cromos con pura temática sexual, o sensual mejor dicho. Las paredes están pintadas de blanco y el espacio está claramente dividido en dos: la primera parte donde tienen mesas y salitas y está la barra y los baños; y la segunda, que está dividida por una malla ciclónica donde se forma un espacio abierto con unos carritos de supermercado pintados de naranja a manera de sillones y mucha “pista” pa’ sacarle el lustro a los zapatos. De frente tienen una pared que usan como pantalla para proyectar video, y justo arriba de la malla, en la división, tienen una plataforma que sirve de “cabina” para el DJ, con una vista inmejorable para sondear los ánimos.

Como parte de la decoración tienen maniquíes blancos con lentes y pelucas de colores a la Kubrick en Naranja Mecánica, y la música varia según el DJ, pero en general hay buena mezcla. El ambiente en general es medio soso, ambiguo, de apatía total, como quillolandia en general.

Ya hemos hablado de esto La Puchona y yo, la diferencia mayor con el Américas por ejemplo, es que en el F. nadie te arrima el camarón. Llegas todo prendido, con ganas de echar desmadre y ¿con qué te encuentras? Con puro morrito cagazón, de esos con la típica actitud de hago-cómo-que-no-me-interesa-para-verme-cool y todos sentaditos muy monos, tirando barra, moviendo la cabecita al compás del beat, saludando a los conocidos como en cualquier domingo en misa, chale!

Por eso es que mi pronóstico es reservado, quizá el F. Bolko morirá antes de dejar de ser promesa, por el ambiente. Nadie baila, no hay mucho desmadre, y eso es desesperante cuando tienes una buena rola con el beat taladrándote el oído, sientes ganas de embicharte en medio y gritar “Hagan algo!” como grita Valeria de Faca cuando nadie le hace caso.

No es como en el Américas, cuando para tener que ir al baño tiene uno que desfilar por toda la barra mientras el de atrás te restriega todo el camarón en la rajita de canela, y que he de decir, es lo que le da saborcito a la noche, jajajaja. Como diría la ronquis “pos es que a eso viene uno…”. Le falta ese quién-sabe-qué que te hace regresar cada 7 días.

Ok, ya estuvo bueno de ensayo, ¿en qué estaba?

Ah pues por ahí de las 12:00 AM por fin salió el mentado Miki, la neta yo esperaba más, pero me decepcionó cabrón.

Primero un wey agarró el micrófono y después de las mamadas de siempre presentó a Miki, y entonces subió al escenario un wey de unos veintitantos tirándole a 30 años vestido con unos tenis viejos, unos calentones de esos que usaban las viejas para los aeróbics, unos shorts de lycra viejos ya medio rotos, una blusita con holanes amarilla, y un sombrero tipo Pinocho también amarillo.

De entrada el wey me cayó bien; un wey que se atreve a salir así al escenario tiene mérito. El pedo fue en cuanto empezó a cantar. Ahí sí que valió verga.

El sonido estaba pa’ la verga, así de fácil. No se escuchaba bien ni la música ni lo que cantaba, si es que cantó algo. Además… a ver si logro describir el cuadro: entra un wey vestido como para un sketch cómico con un CD grabado en la mano, lo introduce en un discman que había al lado de una consola en una mesa al frente del escenario, pulsa play y luego le avisa al inge de sonido “ya puse las pistas” para que le abriera el canal. Entonces se escucha la rola ya comenzada y el miki le regresa pa’ que se escuche desde el principio. Después de esto lo único que vi fue a un wey medio decir algo por el micro y brincando como en una clase de aeróbics ochentera.

Hay personas que pensarían simplemente que se trata de un espectáculo kitsch y que yo no aguanto nada, pero por favor, que algo sea kitsch no significa que sea malo, lo verdaderamente kitsch es tan horrible que nos gusta y nos atrae irremediablemente, en cambio nuestro buen Miki no es bueno ni para hacer un show malo.

No crean que nomás estoy criticando al Miki porque me cae mal, de hecho la rola de Soy Pobre me encanta por ser tan chafa, pero siendo objetivos y después de ver su espectáculo, díganme ustedes, ¿qué chiste tiene agarrar una rola famosa, cambiarle la letra por puras tarugadas y cantarla como si estuvieras pidiendo limosna en una estación del metro? Acepto que es una idea atractiva, e insisto, me gusta la rola, pero por favor, eso lo puede hacer cualquier hijo de vecino la neta. Es más, tengo amigos que han hecho eso desde morritos y les quedan mejor las rolas. Si tan sólo lo hiciera bien, arriba de un escenario, se lo aplaudiríamos, pero si ni eso puede hacer entonces ¿de qué chingados se trata su propuesta?

¿Qué propuesta puede tener si su mejor rola es un cover de Dear Prudence de los Beatles con letras que cualquier niño de 5 años puede inventar?

El show que nos tenía preparado Miki venía ya preempaquetado en el CD que traía, en orden y toda la cosa; el pedo es que no contábamos con que el CD estuviera rayado

Por ahí de la cuarta rola el track se trabó y ¿qué hizo Miki? Pos picarle “next” y que siga la fiesta. El pedo es que por ahí de la sexta se volvió a trabar y entonces se dejó de escuchar, el wey quiso decir algo por el micro pero también lo habían cerrado, y decidió terminar entonces con su show y se bajó del escenario, y tan tán.

Yo estaba agradecido con que ya se bajara y ya quería ver qué pedo con Silverio.

Silverio salió vestido para matar, con una camisa roja abierta en el pecho, y un traje setentero estilo La Carabina de Ambrosio con pendejuela en la solapa y toda la cosa, bigotazo estilo Jorge Negrete, sonrisa de Señor Coconut y mata del Capitán Cavernícola.

La neta es que el Silverio es otro pedo, se nota la diferencia con el Miki pero en años luz, esto sí es kitsch y no mamadas, aunque bueno Silverio tiene ya bastante rato en este pedo, o como dicen ya sabe de qué lado masca la iguana en esto del show biznez.

La mayoría se prendió, otros no sabían si bailar o reírse porque la neta sí está bien cagado, al grito de yepa yepa yepa! o su ya típico Chupo todo! Empieza a desvestirse poco a poco entre canción y canción. Programa buena música, y trae sonidos sampleados de los que abusa muy chingón (como los gritos estilo La Llorona) y que le da el toque artesanal aunque nomás esté ahí haciéndole al pendejo.

El cabrón se la pasa chupando durante todo el show, entre cerveza y tequila se va encuerando hasta quedar en calzones y ya para entonces eran como las 2 de la mañana.

Ahí mero fue cuando La Puchona las dio. Desde que llegamos empezamos a pistear vodka y afortunadamente ahí en el Bolko los sirven megacargados, así que para esas horas ya estábamos bien pedotes La Puchona y yo porque la limonita se hizo pendejo con su chela un buen rato.

Pues ya cuando el Silverio estaba indeciso entre quitarse o no los calzones increíblemente, y lo digo porque nunca me había pasado, La Puchona me dijo que ya se sentía bien peda y que ya quería irse (y lo chistoso es que yo acabo de escribir que aguanta mucho, eso me pasa por hocicón) y nos fuimos.

Eso fue el viernes.

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