Prólogo (continuación)
Otra cosa característica de La Puchona es su forma de beber. Es re-pedota la cabrona, le encanta el pisto y no hay que esforzarse mucho para que acepte una chela, o para cualquier desmadre.
Pero lo que más me impresiona de su relación con el pisto es que aguanta un chingo, más que yo seguro.
Recuerdo de dónde empezó a ganar fama de pedota: fue en una posada de la chamba hace algunos años, antes de que fuéramos pareja.
Estábamos todos con los jueguitos típicos que se organizan y en eso anunciaron un concurso de chelas. Luego luego empezaron las miradas y la carrilla para los que tenían fama de pedotes y empezaron a desfilar “los valientes” hacia el frente (yo incluido) y para sorpresa de todos La Puchona se aventó. Y digo para sorpresa de todos porque éramos puros vatos y la única morra era ella.
Después nos explicaron en que consistía el jueguito: teníamos que colocar una chela en el piso y, con las manos atrás, agacharnos para recogerla con la boca y, sin ayuda de las manos, tomárnosla en el menor tiempo posible.
Yo me acuerdo que me agaché para recoger la botella y cuando me levanté el cuello de la botella se me resbaló y me despostilló un diente. Aún así me acuerdo que pensé “ahorita me los chingo” pues no acababa de pensar eso cuando de reojo veo que la cabrona de La Puchona se termina la chela y la levanta con la mano enseñándola vacía.
Me acuerdo que todos se callaron, y se quedaron mirando cómo los “hombres” se terminaban su chela mientras La Puchona no sabía si morirse de la risa o de la pena.
¡La cabrona se la había chingado en 5 segundos!
Pues como todos nos quedamos como lelos, alguien sugirió que se repitiera el juego… pos va.
Otra chela y zas! cabrón, pinche Puchona nos chingó a todos otra vez. A partir de ahí quedó bastante claro que La Puchona era de chelas tomar, y la fama de pedota fue creciendo.
Yo tomé nota de qué tanto podía abrir su garganta. Je je je.
Hay una chingadera que le encanta. Ella le dice “chupitos” pero en realidad es un licor de hierbas alemán que se llama Jägermeister (seguro lo han visto por todos los bares últimamente).
A mí esa chingadera me re-caga los huevos. Me sabe a Fabuloso de lavanda (el de color violeta) y no, no he probado el fabuloso, pero sabe a lo que huele.
Pero pues total, qué le vamos a hacer si a ella le encanta. Cada vez que se quiere poner una pedota me dice “se me antojo un chupitos” y ya con eso ya sé que hoy es peda segura.
También le gusta mucho el vodka, vodka sonic, para ser más exactos (mitad soda mitad tonic), y además siempre tenemos chelas en el refri.
Además le encanta el desmadre, todavía me acuerdo que hasta el año pasado la cabrona salía de ley de miércoles a sábado y algunas pero raras veces también martes y domingos. Varias veces ha llegado en vivo la chamba pero hasta eso últimamente ya se ha aplacado un poco, ya le cuesta más trabajo levantarse y las crudas pegan más.
Yo la neta no le aguanto el ritmo porque la cabrona es de esas personas que a las 5 de la tarde te dicen “me siento de la chingada, hoy no quiero hacer nada” pero nomás llegan las 7 y ya le está picando el culo quedarse sin hacer nada, como que nomás hace falta que se meta el sol tantito para que se le alebreste la pucha y quiera salir. A veces dice que no quiere salir pero nomás le habla La Limonita, El Pelón o La Doñis y luego luego se pone las pilas para el desmadre.
Definitivamente sale más que yo, a veces me dice como no queriendo la cosa “es que fíjate que fulanito hace mucho que no lo veo y me estaba comentando que se le antoja una chela del Der Krug” y ya sé para dónde va, así que si me late le digo que sí pero si no me vale y ella sale por su lado.
Hasta eso yo no tengo ningún pedo con eso, por mí puede irse de pedota cuando quiera. No sé cómo pueden existir comentarios del tipo de “es que a mi novio(a) le molesta que salga sola(o)” No mamen!
¿Qué no se hartan de verse la cara todo el puto día, todos los días?
¿Qué a poco piensan que así no les van a poner por el cuerno? Si te van a poner los cuernos te los ponen, en donde sea, hasta en tu cara si es preciso.
Es más, si no lo(a) dejas salir, muy probablemente estés pidiendo a gritos encontrarte a tu respectivo cogiendo con otra persona en tu propia cama, y esa es la primera regla para el infiel responsable: nunca lleves tus movidas a tu casa. Te van a cachar. De ley. Si no es ahora será mañana.
Además que paguen hotel! Que les cueste aunque sea un poquito. Por eso mejor yo opino que salga, que haga y deshaga y luego ya que se harte que se regrese a dormir. Total, si alguien no quiere estar contigo, pues que no lo esté, no es obligación, que mejor se consiga otro y para qué andar con chingaderas.
Bueno eso ya es harina de otro costal. …Y a otra cosa, mariposa.
Ayer después de postear me quedé pensando en que les dije que La Puchona tiene finta de puta y alma de mocha y creo que no lo expliqué bien.
Lo que pasa es que hasta ahorita hemos hablado del lado oscuro de La Puchona (bueno, más o menos) y no hemos hablado de la otra parte: el alma de mocha.
Una cosa es lo que proyecta La Puchona con su imagen de dominatriz, y otra muy distinta es la que te queda cuando la conoces.
La neta La Puchona es bien buena. Es mucho más buena gente que yo. Es de esas personas que no les gusta complicarse la existencia, y que prefiere conceder a discutir. Esto no quiere decir que sea dejada, sino que simplemente es práctica.
La Puchona es de las personas que pueden entablar plática o amistad casi con cualquier persona y que bien puede pasar 1 hora platicando con alguien completamente desconocido y divertirse.
Parece que le gusta el desmadre y que es medio alocada, pero muy en el fondo rechaza el peligro y los riesgos innecesarios. Yo creo que no le gusta perder el control.
Un ejemplo claro de su naturaleza conciliadora es que tanto sus hermanos (que son un montón) como sus papás la agarran de confesionario; todos le hablan para contarle sus pedos y que les aconseje, de veras, incluso su papá o su mamá.
Hace algunos años el albacea que habían nombrado sus papás en su testamento se les murió y tuvieron que cambiarlo, pues pa’ que vean lo que les digo la nombraron a ella, a pesar de que ella no estuvo de acuerdo, pues sus papás le dijeron que ella era la única entre sus hermanos en quien confiaban que iba a entregar todo como correspondía y evitarse broncas.
Otro ejemplo claro de su naturaleza conciliadora soy yo. Nunca nos hemos peleado, ni discutido, ni nada de eso. Jamás.
Y eso que yo sí soy enojón y de carácter fuerte. Alguna vez por ahí nos hemos enojado pero habrá sido por algún malentendido cualquiera porque no recuerdo siquiera alguna discusión en serio.
Eso es lo que más impresiona de nuestra relación, porque yo nunca había estado en una así, sin pleitos ni nada de eso. Seguramente algunos se preguntaran si eso no es aburrido. Si no faltaran las reconciliaciones. Pues nel, para nada. Yo recuerdo algunos pleitos en otras relaciones y no gracias, prefiero mil veces no tener pedos con mi morra que cualquier reconciliación cachonda que haya tenido con alguna otra. Nunca me había sentido tan tranquilo y a gusto. Sin pedos.
También otro aspecto que habla de su alma de mocha es que aparenta ser toda una fiera en la cama, y no digo que no lo sea pero yo me imaginaba que era un poco más salvaje, insisto, si no la conocen bien, es seguro que piensen eso pero la neta la neta la neta ella más bien se deja llevar y de la dominatriz ni rastro.
Le encanta la cachondez y la cogedera pero es más pasiva que activa, y digo, eso no me molesta ni nada, no es reclamo, a mí me gusta llevar la iniciativa, pero yo pensaba que me iba a sacar un látigo al principio y nel. Nada de eso.
Nos divertimos mucho en la cama, eso es definitivo, pero la neta es que aquí el pervertido soy yo, no ella como yo pensaba. Aunque eso puede cambiar… poco a poco.
Ya veremos. Ya veremos.
Ahí se ven perros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario