miércoles, julio 12, 2006

La cicatriz anónima

¿Qué once con el doce chamacos? Ya me cambió el humor así que más vale cambiar el mood por aquí para que se sienta menos denso.

Desde que yo recuerdo siempre he tenido una cicatriz en la muñeca izquierda y nunca he sabido por qué.

Es un pequeño óvalo como de 1 centímetro de diámetro y tiene fibrosidades como radios que van de la circunferencia hacia el centro, es decir, que tiene parecido con un sol radiante (si andas pacheco).

Cuando estaba más chico la cicatriz era más notoria, ahorita ya casi se camuflajea con el resto de mi piel, pero cuando era notoria las reacciones eran varias. A algunas personas les podía causar repulsión no tanto verla pero sí tocarla, pero cómo yo siempre la he tenido pues a mí siempre se me ha hecho muy familiar. Simplemente es parte de mí.

Para mí es como un lunar o algo parecido, de hecho ni siquiera la noto; aunque siempre he querido saber cómo pasó. Le he preguntado a mis papás pero parece que ni ellos mismos saben bien cómo y nunca han podido recordarlo.

Yo tengo una teoría.

Mi cumpleaños es el 23 de Octubre así que muchos de mis cumpleaños los he empatado con Halloween porque la neta para esas cosas en Mazatlán son medio agringados y se usa mucho que los niños salgan a la calle a pedir dulces. Los barrios y las casas de los gringos siempre eran los más codiciados porque te regalaban dulces y chocolates gringos que no vendían antes acá.

En mi primer cumpleaños me hicieron una fiesta pequeña con primos y vecinos básicamente (yo no recuerdo pero me han contado). Días después mi mamá quedó con sus amigas de sacar a los hijos a pedir Halloween todos juntos.

Pasaron por nosotros en uno de esos lanchonones que se llamaban Town & Country, con los chiquillos todos atrás y listo, todos contentos y felices.

No acabaron de avanzar 3 cuadras cuando, por el retrovisor, vieron a un wey de unos 20 años corriendo y gritando detrás de ellas que se esperaran, que se pararan y así lo hicieron.

Cúal fue su sorpresa cuando se dieron cuenta que traía a un bebé cargando y les dice:

- hey esperen, se les cayó este niño del carro... -

Y sí, era yo.

A algún gracioso niño se le ocurrió que tal vez tirar un bebé por la ventana podría ser divertido, yo la verdad ni supe quién fue.

Estaba todo raspado por todos lados puesto que me habían lanzado con el carro avanzando, y mi madre tiene la foto para comprobarlo. Salgo todo raspado y moreteado, con gasas y parches en cara, brazos, pecho y piernas.

El wey que me recogió dijo que estaba jugando basket en una canasta que tenían en la calle y vió cuando me lanzaron a la calle (nches morros culeros), pero como vio que no se detuvieron me agarró y salió corriendo detrás de ellos.

Pregunta 1: ¿Qué hubiera pasado si este wey no estaba jugando en la calle?

Pregunta 2: ¿Qué hubiera pasado si este wey no las alcanza o si no se hubieran parado?

Pregunta 3: ¿Qué tanto daño cerebral sufrí?

Ese accidente es lo único que se me ocurre que pueda ser la causa de mi cicatriz en la muñeca... y de los ojos virolos, de las patas chuecas, de mi constante tartamudeo, de mi poca retención de memoria, y del hilo de baba que se me sale todo el tiempo... por lo demás, espero que no haya habido daño permanente.

Ahí se ven perros.

4 comentarios:

RUFUS dijo...

Esta historia es espeluznante y demuestra mi peregrina teoría de que jugar al baloncesto en la calle mejora las estadísticas de la disgregación familiar. Supongo que la misteriosa cicatriz (que yo creo fue causada por un reconocimiento alienígena) no fue por caer de la ventana del coche, pues sus padres se acordarían y lo relacionarían.

En cuanto a la serie de secuelas relatadas en el ultimo párrafo; si es cierta tu teoría, quiere decir que hay una avalancha de bebes proyectados fuera de vehículos en marcha. Los síntomas son muy comunes. Globalización total.
Salut

★♫♥ ЭηġƐĿ ♥♪★ dijo...

O_O' !!!!

No manches Perrito!!

Oye que experiencia tan más espeluznante y no por ser Halloween...

Suponiendo...

Pregunta 1: ¿Qué hubiera pasado si este wey no estaba jugando en la calle?
R= Tal vez hubieras sido criado por perros hahaha!

Pregunta 2: ¿Qué hubiera pasado si este wey no las alcanza o si no se hubieran parado?
R=Tal vez serías hijo de Michael Jordan xDD hahaha ni al caso...

Pregunta 3: ¿Qué tanto daño cerebral sufrí?
R= O sufrieron todos hasta el grado de no acordarse de cómo te hiciste la cicatriz...

Pero ya hablando más en serio, que sustote tanto para tí como para tus papás y que bueno que estaba el chavo aquel que te "rescató".

Y no les hicieron nada a los morros que te aventaron??... mínimo una buena puti...a no?? xD

Saluditos también a la Puchona!!

perro del mal dijo...

lo del reconocimiento alienígena lo dudo, digo, tampoco es una cicatriz con forma perfecta ni nada, es lo que es, pero hubiera estado buena la historia jeje.

no les hicieron nada pinches culeros, jejeje... la verdad no se, tengo idea de quiénes iban ahí conmigo, a algunos todavía los sigo viendo, pero nunca supe bien quién me aventó, ni me interesa mucho tampoco. ¿ya que?

Roberta Sparrow dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Ya haciendo a un lado el evidente humor negro...
Que rollos eh!
¿Cómo es posible que nadie se haya dado color de que tiraron a un bebé?