Confesiones de una Mente Ponedora 2

Ok, seguimos con las confesiones (o debería decir ejercicio de narcisismo):

15. Soy un transformer. Y con esto no quiero decir que me visto de vieja, sino que cuando me enojo me transformo; me vuelvo un ser completamente irracional e hiriente, es como un switch que se prende dentro de mi cabeza incluso lo puedo sentir y una vez que se enciende no hay marcha atrás; dice la Puchis que cuando estoy así si me contestan malo y si no también.

16. Me híper-mega-súper-encabrona que las personas hagan trampa en los juegos. No lo puedo evitar (sí, ya se que es sólo un juego) pero yo creo que es porque yo veo un juego como un reto a vencer y trato de vencerlo entonces me encabrona que yo haga un esfuerzo para que un imbécil llegue y haga su pendejada y me gane, por eso en México tenemos la peor fama de tramposos en el mundo, nos vamos por lo fácil y por nuestra famosa ley del menor esfuerzo; es una pendejada lo sé pero me convierto en un geek estilo Ross de Friends, jajajaja.

17. No hago trampas en los juegos.

18. Desde que nací hasta la prepa siempre fui un palo, un niño ñengo y tilico con brazos y piernas de popote, me daban cosas para engordar incluso.

19. En la universidad realmente fui un gordito, mido 1.78 y llegué a pesar 84 kilos.

20. Después de la universidad empecé a bajar y bajar. Hasta hace un año mi peso rondaba los 68-69 kilos.

21. Hoy me mantengo y varío entre 72 y 76 kilos que es el tope para tener un buen índice de masa corporal para una persona de mis estatura, arriba de eso tendría sobrepeso.

22. Me desespera el tráfico como no tienen idea, me pongo de mal humor rapidísimo así.

23. Me considero un muy buen conductor y manejo en el DF como si fuera chilango.

24. En mis sueños guajiros me gustaría ser un científico que trabaje en algún campo relacionado con la Astronomía (me encanta), quizá Astrobiología o algo así bien fumadote.

25. El trabajo que a la fecha me ha gustado más y me ha dado más satisfacciones ha sido dar clases, me gusta mucho y me recarga la pila para ir a trabajar al día siguiente, todos mis alumnos me han felicitado siempre (aunque sea para hacerme la barba, jeje).

26. El trabajo en el que más he disfrutado ha sido ser mesero de un bar en Mazatlán, ahh qué tiempos aquéllos de desenfreno...

27. La mayoría de mis amigos hombres son gays; cuando conozco un wey que me cae muy bien y con el que puedo hacer migas generalmente me pregunto si no será gay. La mayoría de las veces resulta serlo.

28. El trabajo que me hizo crecer más profesionalmente hablando fue la época en la que trabaje para Honda.

29. El trabajo que más me ha hecho madurar y aprender por las buenas y por las malas fue la época en la que trabajé en El Limbo (que mencionaba al principio de este blog), una agencia que tuvo su época de oro y ahora está en declive.

30. Cuando era chico empecé a confundir las letras y cambiaba la d por la b y la q por la p, etc. Mis papás creyeron que tenía dislexia pero el doctor les explicó que no tenía ningún problema; el pedo era que mi maestra me quería hacer derecho a huevo, pues resulta que soy zurdo.

31. Me gusta ser zurdo, me hace sentir diferente.

32. Me molesta que todo esté hecho para los derechos y que los zurdos, por ser minoría, tengamos que hacer un esfuerzo extra para hacer muchas cosas.

33. A pesar de que puedo ser introvertido, serio, enojón, sarcástico y todo lo que ustedes quieran este muchachón trabajo un tiempo en el equipo de animadores de un hotel de gran turismo, y me divertía.

34. Hubo una época en la que se podría decir que era popular, aunque la realidad era que la gente me buscaba porque semanalmente me regalaban algo así como 100 invitaciones para barra libre para repartir, de un antro donde conocía al DJ.

35. Realmente me excita la fantasía de ver a mi morra mamándosela a otro cabrón mientras yo me la cojo, y darle mucho placer entre los dos, que disfrute de dos penes para ella solita. A fin de cuentas es placer, no amor.

36. Claro que también soy un hombre más de los que se excitan con la fantasía de tener un trío con dos morras (que bien podría ser la puchona y otra morra que realmente me prenda).

37. Secretamente ambiciono convencer a la Puchona de volvernos una pareja swinger; soy persistente y tengo paciencia (si a Memorias de un Swinger Argentino le tomó 10 años convencer a la suya ¿por qué yo no?)

38. Es un pedo para mí encontrar zapatos de mi número. Calzo del 10.5 americano o entre 9 y 9.5 mexicano dependiendo del tipo de calzado, o luego los que hay de mi número están horribles.

39. He probado la coca pero no me gusta, creo que es la droga más superficial que pueda existir (qué esperaban si soy pacheco) y que te va dejando seco por dentro, hubo alguna época en la que la consumía de vez en cuando en pedas y demás pero nunca me convenció.

40. El día que realmente me sentí mal conmigo mismo por la coca fue una megapedota en la que nos amanecimos y yo tenía que ir a trabajar, así que opté por chingarme una línea para permanecer despierto en la oficina, y me sirvió. El pedo es que solamente me duró como hasta las 5:00 pm y me dió un sueño de eso en los que no puedes ni tener los ojos despiertos, así que decidí meterme una línea más... en el baño de la oficina. Ver mi cara en el espejo mientras me la chingaba y escuchar a mis compañeros de trabajo pasar por ahí me hizo ver que eso era patético. Esa fue mi despedida con ella.

41. No pasa un solo día en que no le agarre, sobe, sopese, pellizque, apachurre, bese o muerda a las niñas (así le digo las lolas de la puchis).

42. Solamente hubo una ocasión en que permanecí en huelga de tetas durante 2 días, pues la puchona me reclamó que no la dejaba en paz.

43. La Puchona me está tratando de manipular en este preciso momento para que escriba SU versión de los hechos, pero se la va a pelar. Si tiene quejas que escriba un post, jejejeje.

44. Para la mayoría de los deportes soy derecho, quizá por eso me va tan mal en ellos, jajaja.

Continuará, ahí se ven perros.