lunes, febrero 12, 2007

El Día en que YO fuí una Vaca.

Después de meses de ausencia jaja y retomando el tema de las vacas, les voy a contar de una muy peculiar y de dos patas.


Recuerdo que cuando eramos niños mis hermanos y yo siempre que salíamos de vacaciones planeábamos qué íbamos a pedir de comer
en los restaurantes que nos llevaban desde un día anterior, asi de tragones éramos… a que días de felicidad! No te preocupabas por la báscula… y hasta eso ni razón tenía de pensar en ello, aunque nunca fui escuálida siempre gocé de una figura delgada… hasta que las hormonas llegaron a escena.

A los 13 años empece a notar cambios en mi cuerpecito de sirena, mis líneas rectas se estaban deformando a redondeces que aumentaban con los años, para cuando tenía 16 cargaba con 2 kilos de carne en el pecho y otros tantos en la panza y tal parecia que aquello no iba a parar, ya en ese entonces empecé a tener broncas con mis periodos, pasaban meses sin que viniera la visita incómoda o se presentaba 2 veces en 30 días, así que mi madre me llevó con una ginecóloga que para mi mala suerte resultó ser una morra recién salida de la facultad, me recetó tomar pastillas anticonceptivas para regularlo, no sé si en esos tiempos todavía no se habían hecho estudios sobre los
efectos secundarios de esas mentadas pastillas, sus dosis etc. o si la ignorante era la doctora el caso es que fué peor el remedio que la enfermedad, efectivamente se me reguló la regla, pero subí como 20 kilos en meses, aparte de los que ya tenía de más... imaginen una adolscente insegura con complejo de patito feo con 1.58 de estatura y pesando casi 73 kilos.... ya? pues abajo pónganle mi nombre, y para acabarla con unas tetas descomunales, que fueron el blanco de innumerables burlas, algunas muy crueles y que se me quedaban tatuadas en la tatema sin reparar en ello. Quién no se acuerda de la chiquitubum??? En ese tiempo Mar Castro hizo de las suyas en el mundial, en la escuela a mi paso la maldita canción me seguía a donde fuera, digo, yo no me hubiera sentido ofendida si hubiera tenido el cuerpazo de la morra, el pedo era que ella se veía como chica de Hugh Heffner y yo más bien me veía como VACA PASTANDO EN EL CAMPO.


Sí, eso ocasionó que yo llegara a odiar a mi cuerpo, y despreciara a las niñas. me odiaba a mí misma. Trapeaba el suelo con mi auto estima, ser gorda cuando eres adolecente es algo que no le deseo a nadie, bueno ser gordo. Punto. Es un trauma muy fuerte, y lo peor es que no lo hablaba, a nadie le dije lo mal que me sentía por estar así, siempre he tenido problemas para expresar lo que sucede en mi cabecita (hasta la fecha, estoy expiando mis demonios ja! que buena terapia) Y hacía mucho ejercicio, diario, no voy a decir que no comía pero a excepción de mi infancia nunca he sido desmedida para comer, incluso intenté practicar la bulimia, neta, pero nunca pude, y jamás he podido vomitar voluntariamente, jaja es más en toda mi vida de borrachera solo he vomitado 3 veces y ha sido por que de plano estuvo cabrón la fiesta… en fin el caso es que eso me provocó ser extremadamente introvertida con los chavos, recuerdo que si veía al wey que me gustaba caminando por la misma banqueta que yo (sin que me conociera siquiera) me daba la media vuelta y rodeaba la manzana para evitar cruzarme con él y viera mi despreciable ser, chale, si ni siquiera sabía que yo existía. AaAAAAAHHhhh qué melodrama!!!!! Y luego ver todas esas películas gringas de los marginados convirtiéndose en populares, neta que en lugar de darme esperanza me deprimía o me encabronaba. La vida real es otra historia.

Bueno pues mi desmadrito hormonal me lo compuso un doctor que afortunadamente llegó a mi vida jajajaja me puso en un tratamiento de un año con otras pastillas mas avanzadas que costaban una fortuna, pero para compensar m
is desgracias me las conseguía por medio del Seguro Social, así no tuve que desfalcar a mis padres. En ese año baje como 8 kilos, estaba aún en sobrepeso pero por lo menos no me veía como Pistachón Zig Zag por que eso sí, gorda o no las piernitas flacuchas herencia de mi padre seguían en le mismo estado.


Ya a mis 19 años podía salir sin sentirme como carpa de circo. Recuerdo una vez que me iba a ir de vacaciones a la playa con mis amigos, ya saben ese desmadre de springbreak, juventud divino tesoro, soñaba con ponerme un traje de dos piezas y ya que no daba tanta pena ajena pues fui a buscar uno, pues después de días de probarme más de 30 trajes y ver que niguno ocultaba mis vergüenzas (llámense las niñas) lo único que conseguí fue echarme a llorar en la banqueta afuera de una tienda.

Siempre he creido que cada quien tiene momentos o decisiones en su vida que viéndolo en retrospectiva es lo que cambia y forma tu manera de ser y en ocasiones hasta determina tu futuro. Uno de ellos fue cuando decidí irme a Europa a dar un rol costara lo que me costara. Siempre me ha gustado mucho viajar, experimentar nuevas culturas y conocer gente, mi timidez solo era latente con los hombres que me robaban los suspiros, y aunque es obvio que no era la más popular sí se me facilita hacer amistades. Así que hice rifas, trabajé en tiendas, vendí mi recámara o cualquier cosa que me cayera en las manos y fuera vendible… no le vendí mi alma al Diablo porque nunca me lo encontré al cabrón, y tampoco mi cuerpo porque no creía posible que cayera comprador jaja así que a mis recién estrenados 22 años hice mi maleta y me fui a conocer Italia, Israel y Egipto. Duré mes y medio en el otro lado del charco y viví muchas cosas, pero bueno ese es otro post, el rollo es que ese viaje me cambió la vida, regresé con mil experiencias en mi cabeza… y con 6 kilos menos en mi cuerpecito.

Poco a poco iba quitándome físicamente lo que me hizo sufrir durante toda mi adolescencia, pero en lo que no había caído en cuenta era que faltaba la parte más dificil, quitármelos de la cabeza…




Y aqui le ponemos pausa y luego les acabo de relatar este bonito cuento para dormir


Aila pues’n!

8 comentarios:

galleta dijo...

lo que pasa es que en general cualquier extremo corporal es nefasto en la adolescencia; yo me identifico cañón con lo que cuentas pero a la inversa, era taaaaaan pero taaaan flaca, a mí las bubis me salieron como hasta segundo de prepa jajaja así que toda la maldita secundaria fui la burla de todos, era larguirucha y si a eso le agregas la cara de alien que tenía jajajaa en fin... me costó un huevo subir de peso (dietas especiales, ejercicios especiales, etc) pero por fin lo logré y fui feliz, claro, ahora todo es diferente porque se me acabó la hormona del crecimiento y me empezaron a brotar lonjas jeje bueno el caso es que ser flaco en extremo también es espantoso.

JOHNNY INGLE dijo...

Las vacas que están en la mente, desde luego, son las más inútiles, porque te aplastan con su peso y ni siquiera puedes ordeñarlas...

Yo no tuve problemas de vaquito, pero tuve que luchar con un problemón físico: los dientes de tiburón y los afilados dientes de vampiro. Sólo a los 30 años los corregí y me los hice cortar.

Todavía conservo algo de colmillos de vampiro psicológicos pero espero deshcarme de ellos antes de la tercera edad.

Abarazos

Pusha dijo...

Pixie, si ya se a que te refieres, tengo una amiga que haciamos el 10 perfecto ja ja y la mendiga tragaba como niño de hospicio, se me hace que lo que se comia ella se me quedaba atorado a mi. Chale

--------

Ingle, como tiene usted razón, sepase que no repare en la vacota que me estaba aplastando el seso hasta que me la estaba espantando, pero bueno de eso ya platicaré después.

Mire lo que es la vida, somos hermanos de colmillo jaja nos corrieron del Inframundo, nada más que a mi me enfierraron los dientes cuando tenía como 13 y durante 5 años, asi que ya imaginara que aparte de todo lo que describi arriba también lucía una sonrisa Colgate.

y mi madre todavía se sorprende de mi estado mental...

Acaso sigue persiguiendo doncellas a media noche para chuparles... la sangre? o nada más las muerde?

Saludos!!

perro del mal dijo...

la neta no te imagino, de hecho ya una vez me enseñaste una foto de ti en la playa y no mames, eres otra, jajaja me cae que hasta te ves más joven ahorita que como te veías en la foto.

Saludos a las niñas

maYa dijo...

Eres la (ex)vaca que le cayó al Perro??? jeje..

Me gustó tu post, a ver si te apareces más seguido Pushona.

[los blogs son buenos pa sacar viejos demonios de gorditas en apuros... a mí me ayudó ;-)]

Pusha dijo...

Huy Pimp! y eso que no me viste en mi plenitud, por que de esa época no me dejaba tomar fotos jajaja, si te asustas.

besos al nazy

-----------------

Me cae que su hermano tuvo voz de profeta, tuvo la premonición de lo que le esperaba al pobre perro "... y entonces dios dijo, vaca te caerá hijo mío"

Si la neta que este chunche le anda haciendo al terapeuta jaja, lo acabe de escribir y hasta livianita me sentí

Gracias Maya

Gracias a Tutos!

PD.se me hace muy extraño que el choko choko no se haya aparecido aúnque sea a dejar sus palabras de verificación... mmm...

chokkolatt dijo...

Wooow Pushis! me ha encantado tu post (ya tenías tiempo perdida sin postear, ya te extrañaba). Esas inseguridades de adolescente que se convierten en traumas en esos momentos, son y pueden ser terribles para el futuro cuando se deja de ser adolescente, puedes seguir cargando con ellos el resto de tu vida. Qué bueno que te hayas decidido a hacer ese viaje, algo así puede cambiar muchas cosas, ya nos dirás lo que pasó proximamente. Los viajes son toda una experiencia, y como esos más.
Excelente.
Ai te la ves.

chokkolatt dijo...

truwschi
sólo por fregar