lunes, enero 26, 2009

Sigo aprendiendo

Pues yo no lo sabía, pero:
(tomado de aquí, ignoro si es la fuente original)

"Los indies (también llamados "pijos alternativos" o "undergrounds de diseño") son una pandilla de adolescentes creativos, urbanos y vanguardistas nacidos en el mundo occidental durante los años ochenta, como punto de encuentro entre la herencia beatnik y la denominada Nueva Izquierda (esto es, aquel sector de la izquierda crítica nacido en los años sesenta y formado por jóvenes universitarios y estetas que detestaban tanto la convencionalidad de la sociedad burguesa como la racionalidad burocrática del socialismo de Estado).

Hablando en general, los indies son claramente identificables por su peculiar indumentaria, que suele incluir gafas de pasta, cabellos limpios pero milimétricamente despeinados, camisetas al estilo inglés con referencias a algún grupo musical "de culto", pantalones de marca aunque cuidadosamente desharrapados, zapatillas Converse all-star (o similares) y chapas llamativas por cualquier parte del cuerpo.

Su principal afición es la música, hasta el punto de que raro es el indie que no forma parte de algún grupo. Sus principales influencias musicales son Velvet Underground, Leonard Cohen, Joy Division, Sonic Youth, The Smiths, My Bloody Valentine, Jesus and Mary Chain, Pixies, Stone Roses y Mercury Rev, grupos a los que situaron desde muy pronto en un plano intelectual superior -música de culto- al del resto de grupos de rock. Con suerte, también escuchan algo de Jazz (Miles Davis, John Coltrane, etc) o incluso de funky (Marvin Gaye), pero no se puede decir que éstas sean sus principales influencias. A pesar de lo que pueda sugerir su elitismo de corte claramente individualista, lo cierto es que los indies suelen estar asombrosamente de acuerdo en casi todo. Es difícil que uno de ellos hable mal de Lou Reed o de Tom Waits, ya que en ese caso podría quedar automáticamente excluido de la tribu.

Los principales formadores de opinión en esta tribu suelen ser periodistas ampulosos e insufriblemente elitistas de revistas como The Wire, Pitchfork o la española Rockdelux. El objetivo fundamental de estos gurús es construir nuevos ídolos constantemente, con la doble finalidad de desmarcarse de todo aquello que predomine en ámbitos mayoritarios y, de paso, fomentar el consumo de música y de sus propias revistas. Es evidente que la industrial musical y/o cultural no se podría sostener vendiendo los mismos ídolos durante 40 años. Sin embargo, esta obsesión por diferenciarse del resto les puede llevar al absurdo de recomendar fervientemente un grupo y después, pasados unos años, denostarlo sin piedad. Esto es lo que ha ocurrido con grupos como Manic Street Preachers, Beck, Radiohead o Sigur Rós, de los que hablaban maravillas hace unos años y a los que ahora ridiculizan.

También son muy aficionados al mundo de la creación audiovisual, y más concretamente al cine. Como buenos individualistas, les interesa fundamentalmente el llamado cine de autor, y suelen ser fans declarados de directores como Jim Jarmusch, Aki Kaurismaki, Woody Alen, Akira Kurosawa, Lars von Trier, François Truffaut, Eric Rohmer, Todd Solondz, los hermanos Coen o cualquier otro que reciba un premio en el Festival de Sundance. Al igual que los cinéfilos, ahora se encuentran en pleno tránsito desde la nouvelle vague hacia el orientalismo (es decir, Kim Ki-Duk, Wong Kar-Wai, Takeshi Kitano y demás directores de ojos rasgados pero encuadrados casi totalmente en los cánones de realización occidental).

Les interesa más la literatura y el arte que la política o la filosofía. Sus autores de cabecera suelen ser los del movimiento Beat (Burroughs, Kerouac, Ginsberg, etc) y algunos más actuales como Paul Auster, Chuck Palahniuk, Ian McEwan o Michel Houellebecq. Les apasiona el arte transgresor y vanguardista, inclinándose por el dadaísmo, la obra y figura de Marcel Duchamp y el Pop Art de artistas como Andy Warhol o Roy Lichtenstein. También les suele entusiasmar todo lo relacionado con los cómics y el diseño gráfico, así como todas esas tontísimas series de televisión americanas al estilo Simpsons, Family Guy o Friends.

Así, los indies se sitúan en un extraño escalón intermedio entre la cultura popular y la cultura elitista. Son demasiado individualistas y arrogantes para compartir sus aficiones con la vulgar muchedumbre, pero son demasiado frívolos y hedonistas para alcanzar las cimas del pensamiento académico, al que acusan de padecer la misma enfermedad que ellos: arrogancia, elitismo y separación de la vida cotidiana. Esa separación tan artificial entre la cultura de masas y lo que ellos mismos se permiten calificar como lo "emergente" y lo "excelente", por lo demás, les suele llevar al absurdo de considerar que un grupo británico de pop-rock como Suede es un producto de masas, mientras que un joven guitarrista underground al que no conoce nadie -pongamos por caso un James Blackshaw- puede ser poco menos que un semidiós, un genio o un artista de culto. La actitud arrogantísima frente a lo que llaman cultura de masas choca frontalmente contra la actitud asquerosamente devota, entregada, exagerada y masturbada que muestran hacia sus propios productos mediáticos. ¿De verdad hay tanta diferencia entre unos y otros?

Este elitismo indie, además, resulta difícilmente comprensible si tenemos en cuenta su escandalosa indiferencia hacia todo aquello que suceda más allá del mundo moderno y anglosajón. Ninguno de ellos dejaría de considerarse superior a los demás por no haber leído ni una sola línea de Ibn Jaldun, y desde luego ninguno de ellos se avergonzaría de no ser capaz de redactar ni tres líneas sobre la historia del Imperio Otomano. La única cultura digna de atención es la que les interesa a ellos.

Mención aparte merecen algunas indies femeninas, a las que mi amiga Malovecats etiquetó sabiamente como "Las Cleopatras", en referencia a sus cabellos teñidos de negro y a sus ridículos flequillos cuadriculados. Hablando en general, puede decirse que se trata de una versión sublimada y esperpéntica de los indies, ya que algunas de ellas decidieron entrar en la tribu simplemente para tener opciones de ligar con algunos de esos chicos modernos, alternativos y sabelotodo. Lo de leer a Jack Kerouac y escuchar a Sonic Youth, en su caso, fue la consecuencia de entrar en la tribu, no la causa.

En definitiva, puede hablarse de mezquindad elitista, charlatanería, competitividad, hedonismo, frivolidad, individualismo, ignorancia arrogante, egocentrismo delirante, exclusión endogámica, eurocentrismo, completa ausencia de compromiso social e incapacidad crónica para amar: he aquí las características que configuran el retrato exhaustivo de un indie o de una cleopatra cualquiera."

Al parecer SOY UN INDIE. (y no lo sabía)


PD. Obviamente la descripción anterior es una caricatura de una persona, pero me llama poderosamente la atención que me identifico con muchas cosas de las que hablan.

7 comentarios:

Pusha dijo...

Yo también soy Indie pero no cleopatra, que quede claro.

He dicho!

SexTypeThing dijo...

Chales...

yo NO soy indie...

pero asi los quiero :p

Tostada dijo...

Yo mas bien soy medio indio.

Anónimo dijo...

Independientemente si la descripción es correcta. Luego vienen los wanna-bes e imitadores en general que copian algunas cosillas para sentirse dentro del círculo social. Como pasa también en todas las demás sub-culturas.

Saludos.
El Anónimous.

PD. Me cambié el seudónimo, pero soy el mismo jajaja.

Sabina dijo...

Ah si, yo creo que también lo soy, aunque quiensabe. Al menos en cuánto a lo que clasifican como cine "indie" a huevo que si me late.

SI, está mal el texto del trip, en la parte donde el chichifo se levanta y comenta que se está nublando" se repite tooooooooooodo lo que llevabas hasta esa parte.

"el chichifo de repente dice 'como que se El lunes temprano partimos rumbo a Mazatlán en el puchimóvil; entre la puchona, el chichifo, yo y las maletas no cabía un alfiler ahí adentro, la puchona ya se la saben parecía que se iba a mudar a Mazapunk con esa maletota que parecía baúl. El camino estuvo muy tranquilo, se me pasó de volada, y es que ya casi se hace lo mismo a Mazatlán que a Vallarta, aunque eso sí, caríssshhimo de parís. Nos paramos en Magdalena a desayunar en el Lupita que pa los conocedores ese comedor está muy bueno y tiene toda la vida desde que tengo memoria mis padres me han llevado ahí. Una buena carne asada con frijolitos, queso fresco, jocoque, tortillas a mano y salsa bien picosita para comenzar bien el día, como cualquier desayuno de campeones! jajaja. A Mazatlán llegamos al mediodía, justo cuando íbamos entrando mis padres me mensajearon para decirme que nos estaban esperando para comer, así que nos fuimos directito a casa de mis jefes. Cuando llegamos la primera en asomar la cabeza por la reja para recibirnos fue la Rudy, que ya tiene como 5 meses siendo mazatleca la méndiga chucha porque aquí nomás no se adaptó. Se deprimía mucho porque estaba todo el día encerrada y como es hiper-mega-ultra-demandante quería estar jugando toooooodo el tiempo, terminaba todo rasguñado de los brazos porque si no la pelas te jala de los brazos y piernas, y después le dio por morder cojines y sacar la tierra de las macetas cuando estaba sola, es que se aburría la mensa y no es como la Yori que ésa se la puede pasar horas jugando ella sola con la pelota, la Rudy nunca ha aprendido a aventarse la pelota con la nariz entonces necesita que se la estés aventando todo el tiempo y no, terminaba haciendo muchas travesuras así que decidimos mandarla con mis padres, allá tiene una casota prácticamente para ella sola y no se aburre, además la mensa entra y sale casi casi cuando ella quiere pero no hay pedo ésas calles son puras cerradas y no hay mucho tráfico y además tiene mucho parque y área verde para correr. En pocas palabras: le pendeja está mejor que yo. Es más, hasta gorda está de tanto tragar porque si le das ella sigue comiendo sin parar, jajaja. Lo malo son las garrapatas que agarra por andar metida en los parques y en el monte porque dice mi mamá que a veces se mete al baldío que hay enfrente a cazar algo, ratas o tlacuaches no sé qué, se pierde ahí adentro con esos matorrales de más de 1 metro. Además la terapié con que allá iba a poder ir a la playa para convencerla porque ya sabía que a la cabrona le iba a encantar. Aún así aquí la sacábamos 3 veces al día, en la mañana y al mediodía para que fuera al baño y el tarde para pasearla y que corriera en el parque. Comimos con mis padres porque uno, el sport billy (creo que el apodo ya no le queda,jajaja), ya se casó y el otro, el angelito, anda enculado con una morra que como estudia acá en gdl cuando está en mzt se la pasan juntos día y noche. Por la tarde decidimos caminar por Olas Altas para que el chichifo conociera porque nunca había ido a esa parte. En la tarde me habló el sport billy porque quería ir a la casa con su esposa a saludarnos así que compramos pisto y ahí estuvimos un rato pisteando con ellos y con mis papás en la terraza, el angelito llegó más tarde y ahí estuvimos hasta que nos dio sueño y nos subimos a dormir. Al día siguiente amaneció bien nublado y como es invierno con ese vientecillo que corre luego da frío así que abortamos el plan de ir a la playa y en vez de ellos nos lanzamos a Copala que es un pueblo como a unos 40 min de Mzt rumbo a la sierra de Durango. Ya tenía muchos años que no iba para allá, realmente no hay nada qué hacer. Es un pueblo que ni si quiera se ve desde la carretera porque está entre cerros, si no es por el letrero nunca habría dado, y en cuanto tomas el acotamiento ves el comienzo de un camino empedrado que va hacia abajo, y entre árboles y matorrales no se ve ni madres, hasta que empiezas a pasar por casas y calles es cuando reconoces que ahí hay un pueblo. ¿Qué hay en Copala? Realmente no hay nada... gringos y burros si acaso. Copala es un antiguo pueblo minero en el que se acabaron el mineral desde hace mucho tiempo; sacaban oro, plata, cobre, plomo, níquel y zinc pero es fue hace como 3 o 4 siglos más o menos, ahora sobreviven de los gringos que viven ahí y los que vienen en los tours para tomarse la foto y escuchar 'the true sounds of Mexico', como reza en un letrero, que no son sino los rebuznos yestá nublando' y todos soltamos la carcajada 'no wey, le digo, más bien ya se está oscureciendo, ya pasan de las 5' pero para él era de mañanita, jaja. Al rato se fue toda la parientela y nos quedamos pisteando y jugando tripoly que la verdad es muy divertido y se entretiene uno bastante, sobretodo cuando es de mucha gente, porque las fortunas pasan de mano en mano como en montaña rusa, jeje"

perro del mal dijo...

jajaja, abrí la ventana y pensé 'órale Sabina si que tenía ganas de decir algo' pero más bien reposteaste jejeje, bueno sí ya me fijé y aunque yo lo veía bien en el código html es un puto desmadre, de hecho ni me atreví a arreglarlo solamente me fijé que por una extraña razón estaba repetido el texto (esa madre para añadir las fotos y tener que arrastrarlas es una mamada y el código se hace mierda) pero creo que ya quedó arreglado.

Saludos a toda la bola de indios.

Yo la verdad soy un chico Modelo muy Pacífico.

galleta dijo...

Nunca antes había leído una definición de indie, pero se parece muchísssssimo a la de hipster, no? adaptado a los indihipsters tapatíos, se debería agregar: se les ve los fines de semana en el bolko, el pony y el rusty, o bien en tocadas indie (valga la redundancia jojojojo).