Sólo tengo dos observaciones: una que el disco parece más la continuación de Infame que algo fresco e innovador pero no hay pedo porque a mí me gustó mucho el Infame; y la otra, que algunas rolas (minoría) parecen refritos hechos de canciones viejas porque me las recuerdan bastante, como la de Malón y la de Soy Rock (… soy muy puta y no trabajo para vós…) pero nuevamente, como son rolas que me gustan pues opto por obviar este detalle. Total, me gusta como suena y además estoy de acuerdo con Ocio en que Babasónicos, después de 8 discos, ya no tiene nada que demostrar porque ya lo hizo.
Hablando de su música en general y ya no del último disco a mí Babasónicos me gusta porque se me hace música cachonda y divertida.
Además están, creo yo, fuera del estereotipo de rockero argentino que no sale de lo mismo; no dudo que Charly García o Andrés Calamaro o Fito Páez o Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota o Sumo sean buenos, pero es un hecho que ellos están más cerca del rock&roll clásico con tintes poperos.
Los Babas mezclan muy bien el rock con la balada romántica y tal parece que están más cerca de la balada-cumbia-rock-pop de Los Terrícolas, Los Pasteles Verdes, Los Ángeles Negros o incluso Rigo Tovar que de Charly García, algo que a nadie se le había ocurrido hasta ahorita y que para mí los hace destacar de los demás con su cachondez.
A los Babas yo los conocí relativamente hace poco; la primera vez que los escuché fue en MTV por ahí de 1994 y realmente no me movieron nada, en ese entonces recuerdo que era un video donde se veían unos chavitos queriendo imitar a Smashing Pumpkins según yo, y aunque me gustan las calabazas eso fue suficiente para que no les prestara mucha atención por lo que permanecí en absoluto desconocimiento de su música durante un buen de años.
Después de ese primer contacto como que desaparecieron del mapa, se pelearon con su disquera, se hicieron independientes, sacaron discos que nunca se editaron acá, y me acuerdo que las raras veces que veía un video de ellos en MTV pensaba “¿todavía existen?” pero nunca les prestaba mucha atención la neta.
Años más tarde supe que Zoé iba a abrirle un concierto a los Babasónicos en el Hard Rock Live y me lancé con unos amigos, incluida La Puchona, a verlos. La idea era ver a Zoé principalmente que, aunque eran unos completos desconocidos, los conocía por un amigo que compró su demo un año antes de que sacaran su primer disco, y ya empezaba a sonar Asteroide por todos lados.
Llegamos al concierto y a mi me sorprendió que estuviera tan lleno; Zoé empezó a tocar y la neta fue una decepción porque León, el vocalista, salió hasta las manitas (quién sabe que se metió) y no podía articular ni media palabra coherente. De lo que me di cuenta rápidamente, gracias a los abucheos, era que la gente en esencia iba a ver a Babasónicos. Estaban presentando Jessico y sonaba bien pero nos estaban llorando los ojos de tanto pinche humo encerrado y nos largamos antes de la 3er rola. Segunda vez que los rechazo.
Después de eso, en el 2002, me fui a vivir un tiempo a Mazatlán y allá mis amigos los mamaban cabrón. Yo empecé a escuchar Jessico detenidamente y me enamoré de las rolas la neta, empecé a escuchar su música anterior y me di cuenta que no los conocía nada.
En ese entonces trabajábamos para una productora de eventos y cuándo nos consultaron sobre quién nos latía para un concierto todos contestaron que Babasónicos. Los contactamos y negociamos una fecha después del concierto de Guadalajara y antes del de San Diego, así quedábamos “de pasada”.
Las cosas se complicaron y la productora se quedó sin lana después del fiasco comercial que resultó cumplirle el berrinche a unos de los accionistas (y mío también, jeje) de traer a Clan of Xymox a Mazatlán y lograr que tocaran (los darkies salieron de las cloacas) en la Casa del Marino, junto al mar, en Olas Altas.
¿A quién se le ocurre llevar a una banda de culto holandesa de goth rock (que me encanta pero…) que nunca ha podido salir del underground a la capital de la tambora y las bandas? En fin…
La productora decidió cancelar el evento por falta de lana y ¿qué creen que hicimos nosotros? Decidimos producirlo nosotros, sin la empresa, directamente los empleados. –Total, ¿ni modo que nos vaya mal?- así que conseguimos una lana prestada para poder dar el anticipo y algunos gastos previos.
Para ese entonces estábamos a 15 días de la fecha programada para el concierto y no habíamos empezado la promoción porque la empresa no iba a poner nada de nada. Las broncas empezaron cuando nos cancelaron el lugar, puesto que la negociación ya había cambiado y además el escenario no iba a quedar terminado antes de esa fecha y, para colmo, los boletos eran de ticketmaster y ya estaban todos impresos por lo que no podíamos hacer cambios al lugar del evento.
Negociamos con Grupo Cafica para que el concierto fuera en la plaza de toros y una semana antes del concierto logramos que Tecate nos patrocinara la promoción, con pósters, flyers y menciones y spots en radio; pero la venta iba muy lenta, no nos preocupamos mucho porque estábamos seguros que había gente dispuesta a ir a un concierto de los babas y seguimos adelante con el proyecto.
Para acabarla de chingar, empezamos la semana del concierto con una muy mala noticia: Cafica estaba preocupado por las pocas ventas y decidieron cambiar nuevamente (¿?) de lugar, ahora al Bora Bora, en donde tienen una cancha de voleibol de playa; así que a 3 días del concierto estábamos anunciando que nuevamente cambiábamos de lugar y ya eso nos puso a temblar pero ya estábamos en el barco, Babasónicos ya estaba en Guadalajara y listos para seguir con la gira.
¿Qué pasó? Ya se imaginarán, esta historia no tiene un final feliz, económicamente hablando por supuesto. Entraron 200 personas (200!!!), el concierto estuvo buenísimo (muy íntimo, jejeje), y nosotros hicimos nuestro debut y despedida como productores con una deuda impagable aunque eso sí, alcanzamos a pagarle a los Babas y a pagar los gastos de producción.
¿Las causas? Bueno, son muchas imputables a nosotros. La gente se confundió y dudó, vio tantos cambios que al final creyó que el concierto no se iba a hacer y simplemente no compró boleto por miedo a perder una lana.
Para nosotros fue una muy buena experiencia, me acuerdo que todavía una media hora antes de iniciar llegó una bolita de morros a la puerta suplicándonos; venían de Durango y eran como unos 8, nos contaron cómo juntaron una lana para poder ir y luego que se les descompuso uno de los carros y que se habían quedado sin lana y que Babasónicos eran sus ídolos y no podían creer que estuvieran ahí y bla bla bla, total que solamente tenían para 6 boletos y eran 8, nos preguntaron y todos estábamos histéricos por la presión y el estrés pero eso sí, todos nos acordamos de alguna vez que hubiéramos dado lo que sea por estar en algún concierto y no pudimos estar y nos hicieron chantaje barato y todo pero no pudimos negarnos así que dejamos entrar a los 2 que faltaban, total, jodidos ya estábamos.
La otra experiencia fue que pudimos convivir con los Babas durante casi una semana porque el concierto de San Diego era una semana después y ellos querían aprovechar que estaban en una ciudad pequeña, sin nada que hacer excepto descansar en la playa.
La neta de lo que te das cuenta cuando convives con estos seres extraños es que no son tan extraños, que hacen lo mismo que uno: comer, cagar, coger, dormir, etc. Igualito.
También que por alguna extraña razón uno mismo es el que los etiqueta de inalcanzables mientras que ellos piensan en sí mismos como cualquier otro pendejo que tiene broncas y preocupaciones y he aquí un ejemplo clarísimo:
El día del concierto tuvimos que improvisar el backstage puesto que no había realmente nada que separara el público del escenario, así que usamos unas tiras larguísmas de tela negra que usamos para el escenario de Xymox para separar las dos áreas, como si fueran listones alrededor del área del público.
Al lado del escenario había una alberca de esas que tienen una palapa a modo de bar con una barra que da al agua, y ahí les pusimos el catering y todo el pedo para que pudieran estar a gusto mientras empezaba el desmadre.
Los fans no tardaron en darse cuenta que estaban ahí atrás porque una luz hacía un poco traslúcida la tela negra y se podían ver las siluetas del otro lado, así que pusimos a dos personas que vigilaran que nadie tratara de pasarse por debajo ni que los molestara. Antes del concierto no hubo ningún incidente fuera de tener que quitar una niña que insistía en asomarse por debajo de la tela, sin pedos, solamente porque “quería ver a Adrián, chiquitito” seguido de “yo con él si me casaba” pero nada grave, platiqué con la morra un rato para después prometerle que le iba a regalar un póster firmado si renunciaba a su intento de robarle un beso a su amor platónico y aceptó sin pedos.
El problema fue después del concierto porque la raza (la poca que fue) terminó súper prendida, con la adrenalina a flor de piel, y empezaron los intentos de querer brincar al backstage y nosotros no contábamos con seguridad aparte de la que ya tiene el bar por lo que entre todos como podíamos tratábamos de razonar con ellos, al principio sin dejar la amabilidad ni el -por favor- pero ya después las cosas se empezaron a salir de control, empezó a entrar gente como podía aventándose y demás y ya se imaginaran las caras de terror de los Babas que ya se veían linchados por la gente. Para colmo la camioneta que los llevaría al hotel estaba atorada tratando de dar vuelta en U para entrar al estacionamiento de atrás, que daba justo al backstage.
Ahora bien, aquí es donde empieza el debraye. Uno, como espectador, ve las cosas de manera distinta, porque no le ha tocado estar del otro lado. No se trata de ponerte mamón ni de jactarse de que uno sí tiene acceso y los demás no. No se trata de que los artistas “no quieren ser molestados” en su camerino. No se trata de “cagársela” a algún fan que estaba a punto de conocer en persona a su ídolo. La cosa es muy simple: de lo que se trata es que ponerse en los zapatos de la otra persona.
Los artistas, igual que todo mundo, se ponen nerviosos antes de salir a un escenario, no porque tengan miedo de cagarla, simplemente que en cualquier situación en la uno expone su persona ante un grupo numeroso se siente algo de nerviosismo, y lo que quieren es relajarse para hacer un buen concierto.
Cada quién tiene su estilo, algunos se fuman un gallo, otros se ponen a pistear, unos más meditan o hacen yoga, otros hacen ejercicios de relajamiento muscular y de coordinación para tocar chido, hay unos que simplemente platican entre ellos, hay de todo pero el chiste es crear un ambiente relajado y sin presiones para salir “flojito” a escenario.
Es por ello que los de seguridad ponen cara de mamón cuando tratas de brincarte, nada más. No se trata de algún complot maligno en contra de nadie ni de que no estas en la lista del backstage. Otra cosa, las personas que están en el backstage están ahí por algo, no están para convivir con los artistas y pasársela chido, ni para apreciar mejor el concierto, están ahí para chambear, cada quien hace su trabajo y no tienes tiempo para mamadas ni para aguantar morritos pendejos que no entienden razones.
Recuerdo bien a un wey que logró meterse al backstage y que mientras uno de seguridad lo agarraba por la espalda logró agarrar a Adrían, el vocalista, y le decía –por favor, por favor, mi amiga te quiere dar un beso, por favor, no seas gacho- y lo jalaba para que el wey se acercara a la valla donde yo estaba deteniendo a la amiga para que no se saltara. Adrían lo abrazó y le dice -¿y para qué tu amiga? Mejor dame el beso tú- mientras que el fan se reía porque no sabía si lo decía en serio o en broma. Yo le decía a la morra que se fuera al Frog’s, que allá los iba a ver porque yo sabía que iban a cenar allá pero la morra parecía enajenada, al final su amigo y yo terminamos mentándonos la madre mutuamente mientras me decía algo así como –uy sí, te crees bien vergas porque eres del staff, pinche mamón vamos a ver si mañana eres tan importante- pero yo no tenía tiempo ni de enojarme con tanto baboso queriendo hacer lo mismo.
Me lancé corriendo a la calle para ver dónde vergas estaba la pinche camioneta y me la encontré dando la vuelta, a una cuadra del estacionamiento, me subí y le dije al chofer por dónde tenía que entrar pero cuando estábamos entrando vimos a los Babas caminando por el estacionamiento, como si nada, como cualquier bolita de amigos, paré la camioneta pero se siguieron de largo y cuando le comenté a su manager me dijo que no me preocupara, que querían irse caminando al hotel para llegar de pasada a los hot dogs que vendían afuera del Bora.
-What the fuck?- Momento, a ver si entendí bien; tenemos como 30 minutos tratando de quitar a los changos de encima que buscaban brincarse para que ahora estos cabrones salgan caminando tan tranquilos a la calle, o sea ¿qué pedo?
Al rato mi hermano llega y me dice:
-estábamos chingándonos unos hot dogs cuando llegaron unos vatos medio raros a pedir uno y se nos hizo raro que hablaran con acento argentino, luego los vimos bien y nos dimos cuenta que eran los Babasónicos, no mames! ¿qué estaban haciendo ahí esos weyes?-
El hotel estaba como a 3 cuadras del Bora así que no les importó caminar, llegaron se cambiaron y luego los llevamos a cenar al Frog’s, donde estuvieron pisteando hasta que cerraron y de ahí todavía 3 de ellos se fueron a seguirla al Bora Bora hasta las 6 de la mañana.
Eso es lo que no me cabe en la cabeza, ¿qué no se da cuenta la raza que los artistas se comportan como inalcanzables porque la misma raza los obliga a ser así?
Otro ejemplo claro, conozco una morra de Mazatlán que hizo hasta lo imposible por venir al concierto de Interpol, fuimos, los vimos, estuvo súper chingón y listo, al salir nos fuimos al Américas y los weyes estaban ahí, la morra pudo acercarse a Carlos Dengler y hasta terminó fajando con él! Bueno, tanto como fajando es una exageración pero si le dio sus buenos lengüetazos y la morra quedó traumada, no lo podía creer, besó a su ídolo. Yo me quedé pensando en que el que salió ganando fue el wey, no mames, ni hizo nada, llega una vieja buena queriéndote besar así como así… pues venga a nuestro reino!!!
Pero si alguien le hubiera dicho a esa morra unos días antes que el fin de semana iba a besar a un wey de Interpol jamás lo hubiera creído. Así es esto.
Después del concierto de Babasónicos los weyes se quedaron uno días a descansar y estoy segurísimo de que todos los tarados que estuvieron chingue y chingue para brincarse al backstage tuvieron oportunidad de topárselos infinidad de veces porque durante esa semana los podías ver caminando por el malecón, en la playa, por el centro histórico, viendo artesanías, pisteando en los antros, o donde sea.
Después, al otro día, platicamos con ellos sobre el evento. Al principio quisimos darles explicación de por qué tan poca gente, que si la promoción, que si el lugar, que si la apatía de la gente, que si esto o el otro, pero para nuestra sorpresa nos aseguraron que ellos se la habían pasado poca madre, que les había gustado mucho tocar ahí.
Nos confesaron que era lo que esperaban, y que incluso uno de ellos estaba seguro que iba a haber menos gente, Diego Uma nos dijo también que ellos tocaban en estadios allá en Argentina, pero que fuera de allá estaban acostumbrados a tocar en lugares pequeños, para poca gente, porque sabían que fuera del DF, Guadalajara y Monterrey casi no eran conocidos, y que incluso en una ocasión les pasó que tuvieron que tocar para unas 15 personas en un bar de Los Ángeles.
Otros nos dijeron que para ellos tocar fuera de DF-GDL-MTY-TJ en México era algo bueno, sea donde sea, porque iban a darse a conocer. Además, nos aseguraron que se sintieron en un lugar como especial -¿Dónde te va a tocar un escenario así? Mirá, tocar en un concierto al lado de la playa y el sol metiéndose en el agua de fondo ¿qué mas podés pedir? es mágico-
También se dieron cuenta que perdimos lana, digo, pendejos no están y cualquier se podía dar cuenta que nos fue de la chingada, nos preguntaron así como no queriendo la cosa –Y bueno, ¿cómo va todo? ¿todo bien? la plata y esas cosas…- aunque claro, yo creo que más preocupados porque les fuéramos a pagar que por las broncas de nosotros, a fin de cuentas les pagamos todo lo que prometimos y tan tán.
Nosotros nos dimos cuenta de varias cosas: éstos weyes no cagan lana como alguno podría pensar, vienen por la papa, comen con lo que les pagas por el concierto, y cuándo se trata de poner de su lana son tan codos como todo el mundo. Pueden parecer glamorosos, su vida puede parecer hasta frívola por así decirlo, salen en la tele, la gente los reconoce pero eso no quiere decir que no pagan impuestos, o la luz, o el recibo de gas, o que no se sienten estafados cuando algún taxista les ve la cara de turistas.
Y no estoy hablando específicamente de los Babasónicos, estoy hablando de todo mundo. Los artistas, a menos que sean Britney o Madonna, casi no ganan nada por las ventas de los discos (y menos si en México no editan tus discos); donde está la papa es en las presentaciones en vivo.
¿O por qué creen que hay tantas bandas oldies que tienen 15 años o más sin sacar un solo álbum pero que siguen teniendo giras maratónicas donde lucran con sus éxitos tocando hasta en las bodas? Por la papa. Qué amor a la música ni qué chingados.
Yo me acuerdo que ya para el final de la semana rezábamos para que se fueran porque teníamos que pagarles hospedaje y comida y ya nos estaban saliendo muy caros, además así están acostumbrados ellos, a no pagar nada cuando viajan, pero cuando tienen que pagar algo les sale el humano que llevan por dentro y entonces sí es cuando todo les parece caro.
Para cerrar me acuerdo de algo que me dijo Adrían, el vocalista cuando platicábamos de cómo te cambia la vida la fama, salir en MTV y esas mamadas:
–Ahora ya salgo y no tengo que pagar nada, puedo decir con seguridad que conozco la vida nocturna de las mejores ciudades del mundo y para mí la mejor es la de Londres, pero incluso en el DF ahora salgo y ya no tengo que pagar nada…-
No pues así quién no.
Por eso los vemos como dioses, porque nos toca verlos en su fase glamorosa, no en su vida personal, en la que se tiran un pedo y apesta a mierda, igual que uno.
Por eso canción, llevame lejos
donde nadie se acuerde de mi
quiero ser el murmullo
de alguna ciudad que no sepa quien soy
Ahí se ven perros.
1 comentario:
Conrrazón me tocó ver a los Babazónicos en Mzt esa vez, no sabía que se habían quedado una semana, por cierto, los hot dogs de por el Bora estan bien sabrosos, de hecho acá en Gdl casi no encuentro dogos como los de Mzt.
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