jueves, julio 01, 2010

el amor no entiende de razones o por qué a veces es difícil ser mexicano

Sé que parece ventajista hablar ahora de la selección mexicana de futbol pero créanme que mi opinión no ha variado después de la derrota contra la selección argentina en Sudáfrica 2010. Además entré a blogger vi que ya pasaron 2 meses de mi último post... 2 meses. No tengo vergüenza. Bueno sí, por eso estoy escribiendo.

Nunca antes había hablado de futbol en el blog porque no quería contaminarlo, para futbol existen infinidad de páginas dedicadas al tema y seguro que analizarán mejor que yo el deporte de las patadas, pero tenía ganas de decirlo.

La derrota del pasado domingo ante Argentina fue todo menos sorpresiva, aunque confieso que de cualquier manera fue decepcionante, sobre todo porque se sintió como demasiado fácil para los argentinos, demasiado premio para tan poco juego. Añadámosle a esto la impotencia de ver a los árbitros cagarla en grande cuando permitieron que un gol ilegal en contra nuestra subiera al marcador con plena conciencia de la injusticia porque hasta lo vieron en la pantalla del estadio. Pero sería muy fácil echarle la culpa a eso, porque luego regalamos otro gol y fuimos incapaces nuevamente de atacar con eficacia, y eso una selección como la argentina no lo perdona.

Para mí fue más dolorosa la derrota contra Argentina en el mundial de Alemania 2006, por lo menos en ese partido igualamos fuerzas que sólo rompió un gol memorable de ésos que se ven poco, o la derrota de Japón-Corea 2002 cuando creímos que sería fácil llegar a cuartos de final, pues 'sólo' bastaba con ganarle a los gringos, nuestros rivales de área, en el único deporte en el que hasta ese momento los superábamos.

La historia de México en los mundiales de futbol es todo menos brillante.

Un equipo que no puede sobreponerse a un error arbitral cuando antes había mostrado buen juego no merece ganar, pero la frustración y los nervios pudieron más.

Como sea creo que el destino de México quedó marcado después del juego contra Uruguay. No es que no podamos ganarle a Argentina, obvio que el equipo argentino es mucho mejor que el mexicano pero de 10 partidos México ganaría unos 2 o 3 y ¿por qué no pensar que ese día podía ser uno de esos 2 o 3 entre 10? Pero no fue así.

Pero repito, todo comenzó desde Uruguay. Que siendo honestos tiene muy buen equipo, pero como siempre ha tenido y durante las últimas décadas siempre se quedaba a la orilla, de hecho México tiene marcador favorable contra Uruguay, pero las estadísticas no juegan.

Para mí México perdió (una vez más) una oportunidad histórica no sólo de pasar de octavos sino de llegar a semifinales, simple y sencillamente porque el camino era más fácil. No digo que tenemos equipo para ser campeón pero si México le gana a Uruguay habría tenido probabilidades de llegar a estar entre los 4 mejores como nunca en nuestra vida.

Hablando del equipo creo que todos sabemos y hemos escuchado hasta el cansancio sobre los pecados de Aguirre como seleccionador en este mundial, y es que de verdad nunca entendí esos planteamientos, ni las alineaciones, ni los cambios.

Yo sinceramente hubiera preferido, y hasta me habría bastado con llegar a octavos, que nos dijeran que esto es un proyecto a 8 o incluso 12 años, y que el técnico se la rifara con puros morros, que a lo mejor no están bien curtidos todavía pero que en 4 años llegarán con experiencia y consolidados, un proyecto con los campeones sub-17 del 2005, con Guardado, Vela, Dos Santos, el Chicharito, Barrera, Juárez, Aguilar, Jonathan, Magallón, Moreno, Michel etc y habría dejado fuera a los Franco, Blanco, Torrado, Conejo, Osorio y demás vejestorios que dan más pena que orgullo. Ahí sí yo diría 'bueno, es que hay un proyecto' y que se partan el alma los morros y ya veremos en unos 4 años más.

Pero nel, lo que se hizo no lo entiendo, porque de todas formas no sirvió de nada y seguimos sufriendo de una mala delantera, ineficaz e incapaz de dar golpes certeros.

Y además, encima de todo, estamos todos nosotros.

Es decir, nuestra actitud, nuestro comportamiento, y del que los jugadores son un reflejo. Hablo de los mexicanos.

No lo sé, no creo en eso de las nacionalidades ganadoras y perdedoras, no creo que vaya por ahí la cosa, sería reducir demasiado las circunstancias, los factores que influyen o condicionan.

Pero hay algo que me llama mucho la atención: el sí se puede.

No hay cosa más cagante para mí que escuchar ese grito de mediocridad y conformismo como quienes esperamos algún día sacarnos un melate. Me dan ganas de suicidarme cada vez que escucho el 'siiiiii seeee puuuedee' una y otra vez como tarados.

Es más, todavía había por ahí alguien que comparaba mentirosamente el 'sí se puede' mexicano con el 'yes we can' de Obama. Y es que no nos damos cuenta que el 'sí se puede' es otra cosa totalmente distinta. En inglés sería algo así como "yes it can be done".

Como cuando nuestro gran capitán Márquez declaró "siempre hay pesimismo en México, no creemos en nosotros. Eso tiene que cambiar porque no está bien. En el partido vamos a dejar todo en la cancha para que ese pesimismo se convierta en buena vibra. Eso nos ayuda."

Y luego agregó "Sí, es Argentina, ¿y qué? se le puede ganar".

Eso fue el colmo.

Aquí la palabra clave es "SE". Eso habla de la mediocridad de nuestro pensamiento. Es decir 'SE le puede ganar' a Argentina. Pues claro, eso es obvio, yo no conozco un equipo al que no SE le pueda ganar. Ahora quién le pueda ganar eso es otra cosa.

Márquez dice que se le puede ganar a Argentina pero no dice quién, ni cuándo ni cómo. Si él dejara el pesimismo que del que tanto se queja tendría que decir "PODEMOS GANARLE A ARGENTINA".

He ahí la pequeña gran diferencia entre decir "SÍ SE PUEDE" o "PODEMOS" como decían los españoles antes de ganar la Eurocopa 2008. He ahí la diferencia entre el 'SÍ SE PUEDE' y el 'YES WE CAN' gringo.

No sé exactamente por qué, pero parece que al decir sí SE puede estamos eludiendo la responsabilidad de hacerlo nosotros, de decir: podemos ganar, no decir que alguien (pero quién sabe quién chingados) le puede ganar a x equipo.

Y eso me caga. Que ni siquiera nos demos cuenta en el error que caemos, que pensemos que es un grito de unión y esperanza, cuando es, como ya dije, como rezar para sacarnos la lotería.

Por eso a veces es difícil ser un mexicano.

Ahí se ven, perros.

4 comentarios:

Pusha dijo...

amén...

galleta dijo...

a mí me recontracaga el sí se puede. y me caga que la gente se aferre tanto a la idea de que un día "se nos haga el milagrito" de pasar más allá de octavos de final. méxico es de los #1 en afición futbolera, pero no en nivel de fútbol, y eso la banda no lo entiende. somos buenos para la peda, para las luchas, para la tranza, para el ingenio, pero NO para el fútbol, sencillamente no es lo nuestro. zapatero a sus zapatos.

por qué tanto pinche aferrarse a que méxico triunfe en algo que no es lo suyo.

y luego cuando uno es REALISTA y dice pfff la neta van a perder, la raza clavada buennno te traga, te dicen pinche pesimista, por eso el país está como está, bla bla bla bla.

no, no se confundan.

POR ESO el país está como está, por gente que piensa que el destino, la suerte o la virgencita nos van a foverecer, le van a otorgar fortuna a este pobre pueblo mexicano, tan huevón, tan mediocre pero TAN lleno de fe.

pfffffffffffffffffffffffffffffffff.

Anónimo dijo...

Lo que pasa es que el grito de "sí se puede" (el futbolero, no me meto en otros rollos) se originó en un estadio en pleno partido de la liga local en dónde el equipo local iba perdiendo (si mal no recuerdo) y entonces al verse el inminente equilibrio de fuerzas (ni siquiera la remontada, sólo un equilibrio) surgió ese grito de apoyo "esperanzador". Entonces bajo ese contexto creo que queda explicado el porqué de la posible mediocridad implícita en este "grito de apoyo".

Igual no me hagan mucho caso, pero creo que así pasó.

El A.

Tostada dijo...

Y no es que seamos tan pendejos o tan malos, más bien creo que tiene mucho que ver los manejos por debajo del agua que existen entre promotores, presidentes, entrenadores, directivos y funcionarios de la FEMEXFUT, para hacer millonadas. Pocas selecciones como la nuestra generan tantos ingresos, por todos lados, que si fueran bien canalizados tendríamos formando atletas de alto rendimiento en lugar de garbanzos de a libra con piernas de cristal.