lunes, junio 22, 2009

el hilo mágico...

Qué bueno que dije que iba a escribirlo pronto, si no capaz que lo dejo para el próximo año, ¿no?

Me costó trabajo encontrar una palabra que me ayudara a definir la mentada trilogía, yo quería ponerle simplemente "de los idiotas" pero la Puchona me dijo que a lo mejor Revolutionary Road no cuadraba mucho, no sé, creo que una buena expresión de lo que quiero decir podría ser "the joke's on you!"

Siempre me acuerdo de una escena en un capítulo de Friends donde están Chandler y Joey viendo la clásica escena de Beavis and Butthead riéndose como idiotas y ellos haciendo prácticamente lo mismo. Ésa era la belleza de Beavis and Butthead.

Era una serie en la que Mike Judge hacía una burla y una crítica ácida a los mismos adolescentes a los que les encantaba verla. Había capítulos enteros en los que se podía ver a los dos personajes en la pendeja todo el día viendo videos en MTV, diciendo puras estupideces y riéndose como idiotas, y eso nos causaba gracia a los mismos adolescentes pendejos que nos la pasábamos haciendo lo mismo que ellos todo el día, eso sí es ironía.

En la Idiocracia Mike Judge está usando la misma fórmula que lo hizo famoso como creador de Beavis and Butthead y posteriormente con Los Reyes de la Colina (aunque a mí esta última nunca me ha convencido). Hay personas a las que la comedia de la Idiocracia no les gusta mucho porque a decir verdad está hecha con una comedia muy pendeja que les parece muy simple, pero es porque, como en Beavis and Butthead, está hecha con la comedia que le gusta a la gente que está criticando en la película. Ironía.

¿Qué caso tiene promover la lectura entre las personas que leen frecuentemente?

Me seduce la imagen de un gringo promedio, de esos que se ven por acá en el Spring Break haciendo destrozos y gritando "Yeeeeaahhh!" o haciendo el coro de "U-S-A" y "show-your-boobs!" a una gringa peda sobre la barra de un bar y estrellando una lata de cerveza sobre su frente, viendo la Idiocracia y cagándose de la risa cuando están en la escena de la rehabilitación, por ejemplo.

En Los Idiotas creo que podemos observar otro ejemplo parecido pero ahora dirigido a otro tipo de público completamente distinto. Las películas de Lars Von Trier son películas consideradas como fuera del mainstream, y por consiguiente es más probable que esté dirigida hacia un público que se inclina más por el cine de arte. La verdad es que uno puede encontrar los mismos clichés que se observan en el grupo de los idiotas entre el público al que le puede ser atractiva esta película.

Creo que si diseccionamos el público encontraremos especímenes por demás variados como bohemios, artistas, los llamados "conocedores del séptimo arte", cineastas, idealistas, rojillos, snobs, burgueses rebeldes, genios incomprendidos, viciosos y perversos, locos, y una larga lista de etcéteras. Personas que realmente aprecian el cine independiente de una mente maestra, como bien podrían definir ellos mismos a Lars Von Trier. Platicando con una amiga que estudió cine me contaba que a la mayoría de los que estaban viendo la película en una exhibición de su escuela les disgustó un poco la película y concluíamos que si la ves con bandera de crítica social, de "vamos a reírnos un rato de los burgueses/convencionales/cuadrados porque yo sí soy de mente abierta y aprecio el cine de arte" bien podrías salir desilusionado y con la cola entre las patas.

Habría que reconocerse, avergonzarse un poquito y cagarse de la risa de uno mismo para poder apreciarla como se debe. Perderle un poco el miedo al ridículo y dejar de lado el ego y los prejuicios sociales que imperan en la bohemia.

Igualmente, en Revolutionary Road, una película sobre una de esas parejas hechas en el cielo que tienen todo el futuro por delante, destinados a ser diferentes, nunca una más de "esas parejas de los suburbios". Pero el destino les tenía preparado un camino distinto, la típica, un embarazo, el hombre que tiene que trabajar no por gusto sino para mantener a su familia, ambos se sienten infelices e insatisfechos, como a la deriva dejándose llevar por la corriente.

Existen muchas parejas que las vemos muy felices, todo muy bien, contentos pero en la intimidad del hogar como pareja son un chiste, infelices, insatisfechos, haciendo lo que deben hacer y no lo que quieren hacer, cumpliendo puntualmente con todas sus responsabilidades, ¿cuántas veces no hemos escuchado que una vez que tienes hijos ellos son el motor de tus acciones?

Esta película de Sam Mendes, puede nadar fácilmente sobre las aguas del mainstream sin sentirse ajeno o menos que las demás películas que cada año vemos desfilando por las entregas de óscares y me sorprende incluso que haya sido opacada por cosas tan infames y facilotas como las de Benjamin Button y Milk, por ejemplo, porque tiene todos los elementos para competir sin pedos, actuaciones que dejan con la boca abierta y una producción muy bien cuidada en todos sus detalles.

Es una película que fácilmente podría ver una pareja felizmente casada y con hijos pero no por ello quiere decir que van a salir contentos, incluso hasta se podría confundir por una de esas historias melosas con final feliz, comenzar a verla, entusiasmarse con la idea de que finalmente serán felices en París o en cualquier lugar del mundo para luego sentirse profundamente decepcionados por el desenlace tan desastroso y un poco de rabia contra el enlace más débil de la cadena.

Irónicamente, en esta película, muchas personas terminan odiando el personaje de April porque es muy fácil ver las cosas desde afuera y con ojo clínico para apuntar las fallas en el rol social que le tocó vivir, el de ama de casa y madre de 2; es demasiado fácil sucumbir a la tentación de decir "pinche loca, creía que con una varita mágica sus problemas iban a desaparecer, además mala madre porque tomó decisiones en las que parece no importarle mucho sus hijos"... y qué decir de Frank, para mí un pinche pusilánime que no se atrevió a mover un sólo dedo por la comodidad que le provocaba verse a sí mismo como una víctima más del aburguesamiento al que uno se somete cuando uno hace lo que se supone que tiene que hacer, él no es mejor la verdad, a pesar de que es posible leerlo desde otra perspectiva muy distinta (la de persona con los pies en la tierra, que finalmente decide lo que resulta ser mejor para el bienestar de su familia, que se sacrifica por ellos, etc.) también es cuestionable que sus motivaciones sean el terror que le provoca la incertidumbre y la posibilidad de ser el hazmerreír de muchas personas que no entienden como un hombre permite que su mujer trabaje para mantenerlo a él y a sus hijos, en vez de ello renuncia a buscar la felicidad pretendiendo que son perfectos, que tienen una buena vida, prefiere tener una esposa que finge tener interés en su trabajo.

Aclaro que no es mi intención ensañarme con el personaje de Frank porque precisamente es lo critico de los detractores de April; tenemos que reconocer que las cosas no son en blanco y negro y que nadie es perfecto, que todos podemos tener un poco de ambos personajes y muchas parejas que se piensan perfectas ante los ojos de los demás no son sino una fachada tan frágil como un castillo de naipes, llevados por la corriente del río que se les vino encima cuando decidieron tener hijos y completar el ciclo de la vida. Decisión que también aplaudo y para nada critico, la verdad se necesitan huevos para hacer lo que hacen por sus hijos pero también es cierto que las personas tienen muchas motivaciones diferentes para procrear y a veces en situaciones que no son las ideales.

"Nunca se está preparado para ser padre" parece ser el argumento más asistido para animar a las personas a aventarse al agua de la paternidad a pesar de no tener idea de cómo se nada ahí. Pero también es cierto que en la necedad de mantener a la familia unida y que los hijos crezcan dentro de un hogar "normal" muchas parejas terminan siendo infelices y afectando psicológicamente a los hijos. La realidad es que hay de todo. Nada es blanco o negro.

Por otro lado, resulta también irónico que Frank termine trabajando en la misma empresa en la trabajó su padre cuando él se prometió a sí mismo que no acabaría haciéndolo, siendo tan miserable o más que él, insatisfecho con un trabajo que nadie siquiera parece entender de qué trata.

Irónico también es el desenlace tan fatal que sufre el personaje de April, como cuando las personas pensaron que el personaje de Samantha de Sex in the City finalmente obtuvo su merecido con esa enfermedad crónica gracias a su promiscuidad. El personaje de April sufre una suerte similar, siendo repudiada por una buena parte del público que asistirá al cine a verla.

Y la mayor ironía de todas para mí, el personaje de John Givings, ahora resulta que el único loco que sale en toda la película es el que parece tener todo más claro, con unas líneas a lo mejor un poco forzadas pero las más sensatas de todas. Ahora resulta que John es un genio incomprendido que tiene el poder de exhibir a Frank delante de su esposa y herirlo en el orgullo. Evidentemente John Givings representa la parte de que la April se aferraba para luchar por ser feliz, sin importar qué puedan pensar los demás, sin meditar eternamente sobre las consecuencias y los riesgos hasta llegar a una edad en la que lo único que reste sea lamentarse por todo aquéllo que pudo haber sido y no fue.

Esta no es un película para entretenerse, es una película que inevitablemente invita a la reflexión, pero sobretodo de uno mismo, y desprovisto de prejuicios puede uno reconocerse un poco en los dos personajes y ser capaces de recordar todo aquéllo que nos hacía soñar y recuperar un poco de ímpetu que nos permita aventarnos a realizar algo que siempre hayamos soñado sin importar lo que digan los demás, tampoco tiene que ser algo radical, puede ser algo tan simple como aprender otro idioma, no sé, lo que sea. El chiste es poder reconocerse en vez de aventarse simplemente a criticar a los personajes y lamentarse de todas las cosas que según nosotros hicieron mal.

Ahora que termino de escribir esto me doy cuenta que a lo mejor el título podría haber sido Trilogía de la Ironía, jeje.

Y eso es todo.

Ahí se ven, perros.

3 comentarios:

SexTypeThing dijo...

da philophyc dog

que va.

SexTypeThing dijo...

Yeaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!!!!!!

jaja perdon

chokkolatt dijo...

Chale, pus ese del final era el título, no el que le pusiste en principio, me queda claro el hilo.

Sólo diré que (oh! qué raro que yo diga: "yo esto, yo lo otro... " jeje) soy diferente, excepto que... soy igual a todos esos "diferentes" como yo jejeje. Así pasa cuando sucede.

Chida trilogía. Por eso me gusta este blog, tiene sus cosas para reflexionar sin darse aires de intelectual y SIN HABLAR DE POLÍTICA thank god! Ni light ni heavy sino todo lo contrario.

Aila

P.D. Porque... no eres de esos llamados "intelectuales" ¿o sí??!! jajaja