miércoles, diciembre 02, 2009

La década y el sube y baja.

Todavía recuerdo que cuando entré a la universidad todo se me hacía eterno, pasar de semestre era como algo muy lejano, y pensar en que a los veintitantos (22, 23) me iba a graduar se me hacía como 'uuuuy, ya voy a estar bien grande'... ahora veo a los de 22-23 años y se me hacen taaaaan niños, jejeje. No cabe duda que el tiempo pasa mucho más deprisa cuando uno va transitando la tercera década, y ni hablar de la cuarta.

La lógica dicta que la ley de las proporciones rige nuestro sentido del tiempo, para los que apenas tienen 10 años hablar de 1 año es hablar de la décima parte de su vida; y ya ni digamos un lustro... la mitad de toda su vida. Y mientras más envejecemos las proporciones se van acortando de tal forma que para mí 1 año es un casi un pestañeo, es la trigésima parte de mi vida, una nada.

Pero 10 años... 10 años todavía es una gran parte de mi vida, un tercio para ser más exactos y, como que sí pesan.

Todo esto a colación porque este año mi generación y yo cumplimos 10 años de haber salido de la carrera. 10 años me parece un chingo la verdad pero al mismo tiempo me parece tan poco tiempo, es decir, me parece como si hubiéramos salido casi ayer.

Cabe resaltar que en todo este tiempo no nos hemos reunido para nada más allá de reuniones con 3 o 4, o fugaces encuentros fortuitos con algunos otros. Tanto hastío sentí de todo aquello que no me quedaban muchas ganas de verlos sinceramente, siempre me sentí un poco huraño, un poco como que no encajaba ni en esa escuela ni entre ellos y fuera de 2 o 3 personas siempre me hicieron sentir raro, o diferente. Yo hasta llegué a pensar que tenían razón pero qué equivocado estaba, acá afuera en el mundo real me di cuenta que bien podía pasar por bastante normalito en comparación con mucha otra gente. Simplemente no era mi rollo.

Ahora estoy recordando que hace hace 5 años la universidad organizó un desayuno para la generación por el quinto aniversario, a mí me avisó una de las poca amigas que aún conservo y aunque casi ni hablamos siempre está al pendiente de que no me excluyan, el pedo es que fue en sábado, y yo para variar salí el viernes de pedota porque alguien tocaba en el Américas y llegué a mi casa por ahí de las 6 am... claro que para las 9 la friend me estaba marcando a mi cel para ver dónde andaba pero estaba taaan jetón y tan pedo todavía que le dije que no podía ir y ahí me perdí de la valiosa oportunidad de saludar a mis excompañeritos.

Pero esta ocasión es diferente, mi amiga me mandó un correo avisándome de que se estaban organizando y la verdad me entró el gusanito de verlos, quería ver qué tan diferentes somos 10 años después, tenía morbo por verlos, tenía ganas de verlos.

El sábado pasado me dirigí hacia el domicilio acordado botella en mano pasadas las 9:30 (tuve que romper mi política de no salir antes de las 11, la cita era a las 8 ¿qué les pasa?) e hice mi entrada triunfal, saludando por aquí y por allá como reina del carnaval. La fiesta fue en un jardín amplio junto a una terraza que servía de barra, rentaron unas salas que pusieron en el jardín, al lado había un wey quesque programando música nefastísima y para el refile unos tacos de guisado que estaban al fondo.

Lo primero que me preguntaron fue "¿a qué te dedicas?" "a la publicidad" respondí yo resumiendo escuetamente; "con razón" me dijo un wey (que por cierto andaba de traje) "¿con razón qué?" inquirí yo, "con razón ese look que traes así como bien fashion, como de morro bien moderno" me contestó... fashion??? no mamen! pinches rucos!, acaso sabrá lo que significa "fashion"? me quedé pensando. Además ¿qué culpa tengo yo de que ellos ya se vistan como señores y amas de casa?

"¿a qué te dedicas?" ésa fue, yo diría, la pregunta favorita de la noche y de prácticamente todas las reuniones de generación. Curiosamente notarás luego de 10 años que pocos son los que realmente se dedican a lo que estudiaron, confirmando la teoría de que pocos conocemos nuestra verdadera vocación cuando tenemos 17-18 años; y también lo que dice aquella otra teoría acerca de que no existe suficiente trabajo en este país tercermundista para todas las personas que estudiaron una carrera y muchas veces terminas trabajando donde encontraste trabajo o donde te va mejor.

En el grupo hay un poco de todo, pocos que trabajamos en algo relacionado a la carrera, otros tantos que tienen su propio negocio desde los más fresones que trabajan en la empresa de su papá hasta los más aventureros como un cabrón que tiene una bodega en el abastos, una cadena de tortas ahogadas, un parque acuático y unos espectaculares; bastantes que trabajan en ventas o algo relacionado, las amas de casa, etc.

Una cosa sí me sorprendió un poco: en realidad no hemos cambiado tanto, a pesar de que ya pasaron 10 años yo diría que nos vemos casi igual, si acaso los hombres un poco más llenitos pero casi igual. Las viejas yo diría que hasta mejoraron.

Otra cosa que no cambió fueron las bolitas, se armaron prácticamente las mismas bolitas de amigos que había en la escuela, no digo que no hayamos convivido, que yo recuerde platiqué mucho o poco con todos.

Poco a poco nos fuimos haciendo bolita en la terraza, algunos por el frío y otros tantos porque no nos movíamos de la barra donde estaba el pisto pero ya al rato hasta apretados estábamos todo ahí en la terraza y con el alcohol ya haciendo efecto salieron a relucir los brindis, las mentadas de madre, los "se acuerdan de...", los "que hable, que hable..." y demás pendejadas que suelen amenizar las pedas de este estilo.

Luego seguimos con las apuestas de a ver quién aplicaba la graciosa huída primero (los mismos de siempre) para seguir con las promesas de juntarnos cada determinado tiempo, los agradecimientos, etc. También pude comprobar que los tetos siempre seguirán siendo los tetos a pesar de que ya hayamos crecido, y no lo digo porque sigan siendo tetos sino porque parece que para los demás siempre lo seguirán siendo, por ahí se escuchaban los mismos pinches comentarios pendejos de carrilla malpedo que ya conocíamos desde la escuela.

Yo me puse pedísimo, no malacopa hasta eso, me divertí mucho más de lo que esperaba. Mi teoría es que antes era traguito, fumada, fumada, traguito y así, el pedo es que ahora es traguito, traguito, traguito, tragote e invariablemente termino pedísimo.

Y no contento con eso también fumé. Estaba yo a toda madre sufriendo el humo de todo mundo, que curiosamente cuando es ajeno se me hace insoportable, y en eso que volteo a ver a un amigo, quien es una de las principales razones por las que lo dejé de hecho porque casi le da una tombrosis de tanto fumar, y que lo veo echando humo a toda madre bien quitadote de la pena, y ya saben la chaqueta mental a todo lo que da "si el fuma ¿por qué yo no?" y ese tipo de pendejadas (recordemos que ya andaba hasta las manitas), luego para acarbarla de chingar otro amigo que a ese sí le dio una trombosis de hecho y hasta se le fue un coágulo a un pulmón saca un puro (pero no de campeche pinches malpensados) y se pone a hacerle al pendejo, me ofreció y hasta se lo acepté pensando que iba a calmar mi ansiedad pero pues nel la neta no le hallo mucho chiste a fumar sin darle el golpe por lo que se lo regresé luego luego. Total que mientras yo me debatía pendejamente entre prender un cigarro o hacer lo correcto seguí chupando sin poder estar a gusto. Finalmente me valió pito y le pedí una fumada a un cabrón con el que estaba platicando... tssss pedazo de cielo, jajajaja, nel no mames no es cierto, nada que ver.

Si antes fumabas y ya lo dejaste me vas a entender perfecto; en tu cabeza sigue un recuerdo tan bueno de cuando se te antojaba un cigarro. Así que metes la mano a la bolsa, sacas tu cajetilla y la abres, tomas un cigarro entre los dedos, hasta puedes oler el tabaco rubio, lo colocas entre tus labios mientras buscas en tus pantalones el encendedor que siempre cargas, lo sacas y lo enciendes y lo acercas al cigarro que tienes entre los labios y le das una calada, primero leve para que prenda y posteriormente aspiras ese humo tan maravilloso, y los aspiras profundamente sintiendo como llena tus pulmones, lo retienes un poco y luego exhalas mientras sientes como todo encaja perfectamente, y eso es lo que añoras, ese relajamiento posterior a exhalar el humo, qué rico ¿no?

Bueno pues después de darle la fumada al cigarro de mi amigo me di cuenta que toooooodo lo anterior no es sino una vil fantasía que no existe.

Casi me muero cuando le di el golpe, me dio un ataque de tos severo y sentí que mis bronquios se cerraban como diciendo "no me chingues, ¿qué es eso que tratas de meter en tus pulmones?" así de mamón.

Pero ya pedo uno es terco.

Estuve un rato más ahí haciéndome pendejo con mi pisto hasta que dije "segundo intento" y ahí voy de baboso otra vez, claro que otra vez terminé tosiendo, pero ya ven que uno es machín y dije "pues me aguanto" y me lo fumé sin darle el golpe, así como vieja que no sabe fumar. Por lo menos así ya no se me antojaba.

Así me fumé 3 cigarros, ya hasta me costaba trabajo hablar de tan pedo que andaba, neta, tenía años sin ponerme tan pedo.

Llegué a mi casa cuando ya se escuchaban los pajaritos y el cielo comenzaba a clarear.

Nada mal para ser nuestra primera reunión después de 10 años.

Eso sí la cruda estuvo de la chingada, ya no me acordaba de lo que era una cruda de cigarro, no mames, está cabrón, ya entendí que eso de las crudas no es por tomar, es por fumar.

Lo único bueno de todo esto es que me di cuenta que el cigarro como lo recuerdo es solamente eso, un recuerdo. Claro que eso no quita que en las pedas se me siga antojando pero nada más de pensar en la tosedera se me quitan las ganas. Luego me puse a pensar en que realmente así es el cigarro las primeras veces que uno fuma, yo creo que la primera vez que le di el golpe a un cigarro lo primero que pensé fue que no entendía por qué la gente fumaba si sabía tan malo, pero uno no entiende y ahí estás de pendejo hasta que te gusta, y una vez que te gusta ya no lo puedes dejar.

Y hablando del cigarro otra cosa que me tiene bien emputado es que desde que dejé de fumar he subido de peso bien cabrón hasta ponerme bien cerdito. Neta que no lo entiendo.

Hace cuatro meses estaba delgado, lo más delgado que había estado en los últimos 4 o 5 años, tanto así que pensaba que iba a terminar teniendo que cambiar de talla porque ya todo me estaba quedando grande y ahora es todo lo contrario. Pinche cigarro de mierda!

Según mi cuñado el dejar de fumar te desmadra el metabolismo bien cabrón pero no me chingues esto es una mamada, tanto la puchona como yo sentimos que cada día nos estamos poniendo más gordos y no hay una explicación sencilla para eso.

Juro que antes comíamos peor, antes ni hacíamos ejercicio y comíamos todo el tiempo fuera, ahora cocinamos aquí en la casa y no es mamada, no cocinamos ni grasoso ni tampoco siento que nos atasquemos como marranos, de hecho comemos mucha verdura y casi siempre es pollo, algunas veces pescado, muy poca carne de res y casi nada de cerdo, casi todos los días comemos ensalada, es que de verdad que no lo entiendo.

Neta que ya no sé cómo hacerle, esto se está volviendo muy frustrante, a eso súmenle que ahí vienen las posadas y las comilonas de neta, no quiero ni imaginarme cómo vamos a estar para enero, qué putada. Pinches cachetes de marrano y panza de chelero que me cargo ya estoy hasta la madre.

Ni modo, como dice un amigo "primero preocúpate por dejar de fumar y luego ya te preocupas por bajar de peso" pues sí, pero es más fácil decirlo que aceptarlo.

A ver qué pasa, lo que sí es un hecho es que pura madre que me voy a quedar así de cerdo, así tenga que hacer el doble de ejercicio pero tengo que regresar a mi peso, lo de hacer dietas me hiper caga y queda descartado, sólo voy a cuidar lo que como pero no me pienso morir de hambre.

Y bueno, eso es todo.

Ahí se ven, perros.

4 comentarios:

Pusha dijo...

ODIO AL MALDITO CIGARRO POR LO QUE NOS ESTA HACIENDO... snif... no soporto verme tan cerda... en la desesperación ya nomás lo único que me falta es chingarme unas anfetaminas o hacerle a la bulimia me cae...

Sabina dijo...

seguramente si veo su "cerdez" me dará risa.



(es que uds no saben cuànto peso ni cómo me veo realmente)


suerte!

Pusha dijo...

será? yo te "ubico" en size petite...

La chinga es que como no me queda nada de mi ropa, por todos lados se desborda el menudo y ando por la vida como tamal oaxaqueño mal amarrado.

snif

Sabina dijo...

No mi estimada Puchona, ojalá fuera petite.
Tengo hombros, tetas, caderas, piernas y nalgas (y al decir TENGO, es que SON evidentes)
peso 65 kgs (a lo mejor más porque ya ni ganas me dan de pesarme) y sólamente mido 1.62 cm.
Gordota de a tiro no estoy, pero vamos! frágil NO me veo.


Y ahora me retiro, voy a llorar, de nuevo, porque cada vez TODO se me ve más grande.