se alinearon las estrellas

Y es que desde la antigüedad los hombres buscaban en los astros respuestas a sus dudas y los culpaban de sus desgracias y les agradecían las alegrías. Y en ciertas ocasiones, los cuerpos celestes se unen como en complot y conspiran para mandar un mensaje a sus seguros mortales creyentes: ‘ni creas que vas a hacer lo que se te pegue tu chingada gana’.

Pero también es sabido que cuando la jungla del asfalto parece pegarte una cachetada lo único que quiere hacer uno es correr al seno materno y bajo el cobijo de la noche sentirse en terreno seguro, como en casa. Regresar a las raíces, dirían algunos… etílicas, dirían otros.

Además uno es terco, ya cuando le pican la cresta pues a uno le da por necear… ‘no estoy viejo, no estoy viejo’ parecía repetirme a mí mismo el viernes por lo que teléfono en mano, comentario previo, le marqué al Canhijo con la promesa sabatina de desmadrarnos y convencernos que todavía aguantamos una buena peda.

Ahora el Ocio, suplemento preferido de la Puchona, se convierte en módulo de información cuando dejas de circular en los corre-la-voz que te llegaban de todos los eventos y ahí es dónde te enteras cuáles son tus opciones.

La primera opción resultó ser Mono Mono – kitsch electrónico pa bailar y echar desmadre, con colorido en el escenario – se leía en la reseña, el Gringo Loco parecía un personaje soez que bien valía la vuelta. 10:30 quedamos.

A las 11:30 salimos rumbo al F. Bolko pero cuando llegamos notamos una inusual abundancia de espacios para estacionarse en la banqueta, ni un alma en esa calle oscura, ni signos de nada. Le bajamos al volumen y alcanzamos a escuchar algo de ruido adentro. Le marqué al Canhijo pero resultó que la Ronquis todavía estaba en quehaceres laborales y estaba esperándola para lanzarse.

Después de la manita de puerco la Puchona se bajó para soltar el típico ‘es que quedé de verme con unos amigos y quiero ver si están’, ella muy preparada para buscar a las amistades entre la multitud pero al entrar se topó con la sopresa: el dueño y 3 weyes sentados en una mesa, nadie más.

Al salir el de la puerta todavía le hizo el intento ‘quédense’ sonaba más a súplica que a propuesta. ‘Sí ahorita veo, déjame nomás hablar por teléfono’ le contestó la puchona mientras él soltaba la carcajada ante el obvio avionazo.

La segunda opción del Ocio no me convencía del todo pero ante la situación del F. Bolko me parecía lo más sensato: Benjamín Diamond y compañía incluyendo a un chingo de mexicanos desconocidos para mí en uno de esos ‘festivales’ interminables que según esto comenzó desde las 4 pm y hasta que el cuerpo aguante. Benjamin Diamond es más conocido por ser la mitad de Stardust con ese inolvidable one hit wonder housero que todavía me hacer mover el pie y menear la cabeza (ya hasta lo puse en la compu ahorita, jeje) y ese coro tan bueno que dice Music Sounds Better With You

Ok, eso no sonaba nada mal pero el pedo es que él como solista ya es otro cantar. Llegamos al Foro Expo y nos asomamos; unas 150 personas cuando mucho. La música sonaba bien hasta eso. Decidimos entrar y esperar a los roncos, pedimos una chela y para mi pesar sólo Sol e Indio… guácala.
‘A lo mejor todavía no llega la gente’ dijo la puchona (mi vieja siempre tan optimista, jeje) pero a mí me daba la sensación que era al revés, como que la gente se estaba yendo a cuentagotas. Cerca de la 1 me desesperé ante la noticia que Benjamin Diamond no iba a tocar y la Puchona supongo yo que ante el temor de abortar la misión soltó lo primero que se le vino a la mente: ‘el Américas’, a huevo, sabe que no necesita mucho para convencerme. Le marqué al Canhijo y me dijo que estaban por llegar pero le comenté que no estaba seguro si valía la pena y que hacía mucho que no íbamos al Américas y me contestó que nos veíamos allá.

¿Dónde chingados está la gente?

¿en Chapultepec? A mí no se me antojaba ese pedo que a veces parece tianguis de noche.

Llegamos bien sincronizados nosotros por un lado y los roncos por el otro, se veía tranquilo en la entrada pero al cruzar la puerta me topé con que no podía avanzar nada, estaba hasta su madre… no falla.

Como pudimos nos metimos por aquí y por allá y terminamos pegados a la pared, frente a la barra y ahí nos acomodamos, vimos a Gladysnight y casi nos la mienta porque ya teníamos mucho sin ir, lo que me encanta es que pueden haber pasado 8 meses pero ella recuerda perfectamente qué toma quién, jajajaja, es como nuestro doctor de cabecera. Nos estuvo proveyendo de líquidos toda la noche, incluido el clásico ‘chupitos’ pa la puchona.

La música estuvo buena, nada espectacular pero buena como siempre. Yo me la pasé volteado hacia la pinche pared todo el rato así que ni cuenta me di de nada, pero me la pasé chido, hacía mucho que no salíamos de desmadre con los roncos y ahí estuvimos cotorreando todo el tiempo hasta que, como en los viejos tiempos, nos prendieron las luces.
¿hace cuánto que no nos prendían las luces en el Américas? comenté yo pero hicimos trampa porque por el cambio de horario tuvieron que cerrar una hora antes. Todavía hubo intento de ‘vámonos al Circus’ pero la famosa Montezuma’s revenge, como dicen los gringuitos, me tenía con ganas de correr a mi trono y no quería yo correr riesgos estilo Trainspotting (¿recuerdan la escena del tipo despertando en la cama de su novia con las sábanas llenas de mermelada de tamarindo? Jajaja, qué buena escena)

Todavía la puchona llegó a servirse la de buró, cerca de las 5 por fin nos dormimos.

El domingo lo usamos para huevonear, dormir, y coger. También vimos un documental de la historia de los Rolling Stones, estuvo bueno, pero nomás me aventé los 60’s y 70’s, me faltan 4 disquitos.

Todavía antes de dormir no pude evitar la tentación de realizar actividades lúdicas con las niñas, por lo que acomodé al nazi entre ellas para que lo abrazaran. Cómo me gusta sentir el peso de sus tetas aplastando mi verga como dos globos de agua, no me harto nunca. Me encanta la suavidad de la piel de las niñas, rozando mi glande. Oh sí, dormí a gusto y calientito.

En fin, estuvo buena la fiesta, Gladysnight ya nos la sentenció porque ya no hemos ido. Tendremos que ir más seguido al Américas, ya lo estábamos dejando muy olvidado y la neta siempre se pone bien, en especial los jueves.

Estuvimos buscándole y terminamos donde siempre, así es el pedo cuando se alinean las estrellas.

Ahí se ven perros.