desmitificando la frontera

Este fin de semana se fue como aguinaldo, ni lo sentimos. El viernes salí todo emputado de la chamba porque las cosas no están saliendo como yo esperaba, ni he hecho lo que me propuse hacer cuando llegué aquí, ni ha sido la chamba que me prometieron cuando me la ofrecieron; además ahorita me están proponiendo un cambio que para mí en lo personal sería un retroceso aunque le pongan la etiqueta de 'temporal'. Bueno ya me desvié.

Salí de tan mal humor que no quise salir y me quedé encerrado escribiendo y acomodando los links que están acá a la derecha de estas letras precisamente mientras que la puchona dijo 'ahí te ves pinche amargado' y se lanzó con el chacal, la doñis, la chavela, su comadre 'el albañil' y demás agregados a cenar y luego al américas. Yo increíblemente no tenía ganas ni de jugar xbox y terminé jetón mientras veía un programa de clonación humana.

El sábado por la mañana en lo que nos desmañanábamos prendimos la tele y estaban pasando el programa de Anthony Bourdain, el de Sin Reservas y vimos uno muy bueno y que es el tema de este post: 'la frontera'.

Anthony Bourdain es un chef neoyorquino un poco fuera de lo común que un día dijo 'a la chingada con todos'. Antes de tener su propio programa se hizo notar escribiendo un libro llamado Kitchen Confidential en el que de una forma cruda y un poco ácida, y con un lenguaje bastante florido, Bourdain da al traste con la imagen que tenemos del ambiente gourmet de los restaurantes para adentrarse en el mundo de los chefs rockstars, con una cocina humeando a treintaytantos grados, personas sudorosas, inmigrantes malpagados, mujeres promiscuas, drogas de todo tipo y un trajín que amenaza acabar con la vida hasta del más aguantador. Luego de varias batallas perdidas contra las drogas decide alejarse de los reflectores y empezar desde abajo, el libro es una muestra de ello. Dicen que muchas personas se disgustaron cuando publicó su libro donde desmitifica por completo la vida glamorosa de trabajar metido en una cocina de cualquier restaurante que se precia de ser finolis. Luego de hartarse de vivir cocinando para otros acabó cocinando un proyecto para la televisión, primero con Food Network y ahora para Discovery. Su programa se llama Sin Reservas y es una mala traducción de No Reservations, título original del programa que trasmiten los miércoles a las 21:00 por Travel and Living y en donde el concepto es ése, ir a conocer el lugar y específicamente la cultura gastronómica de otros países, sin hacer reservaciones. Ustedes dirán ¿y eso qué tiene de original o raro? Lo sé, hay muchos programas que hacen más o menos lo mismo pero a mí me gusta mucho este por varias razones:

a) por Anthony Bourdain himself, que es todo un personajazo (nada que ver con el estereotipo de chef televisivo), se la pasa parodiando a James Bond (su personaje favorito), en todos los capítulos se empeda y dice pendejada y media.

b) porque le encanta la comida callejera, grasienta y en lugares poco confiables

c) porque se la pasa burlándose de los gringos y su 'gran cultura gastronómica'

d) porque todo se ve auténtico, no como set de televisión

Ahora bien, no crean que es el típico programa donde va a alguna ciudad y le arman tours en restaurantes donde lo están esperando para recibirlo y nos platica la receta del platillo que están preparando, neeeeeeel, éste no es de ésos. En este lo único que el cabrón hace es tragar y pistear y tragar todavía más y cuando tú ya te llenaste nomás de verlo él sigue pensando en qué comerá después. Tampoco te aburre dictándote la receta, cuando mucho comenta qué es lo que está comiendo y a qué sabe; hay ocasiones incluso en las que dice que no le gusta lo que está comiendo y no tiene pedos en decirlo, otras veces no tiene ni idea de qué está haciendo donde está ni se ve con muchas ganas de estar ahí y no lo esconde. En fin, la verdad es altamente recomendable.

Este sábado me gustó mucho el programa porque fue a recorrer la frontera y a desmitificarla, quería ir a ver qué tanto es cierto y qué tanto es falso. Lo agarré ya empezado pero si no me equivoco primero salió en Matamoros... feo como la chingada o más feo incluso (sorry para los de matamoscas)... mmmmm... nel, quizá no era ahí, yo creo que mas bien era Nuevo Laredo, tiene más lógica porque está más cerca de Piedas Negras.

Bueno, el chiste es que llega el wey con su guía que lo lleva a probar unos tacos de carreta.

Desde que llegaron el wey dice que ése es el tipo de comida que le encanta: rápido, fresco, grasoso, sabroso y barato. Hacen un close-up a la parrilla y no mames... no crean ustedes que estamos hablando de un lugar bonito y limpio neeeel, estamos hablando de una carretita perdida en una calle oscura y sucia, cuando hacen la toma se ve una de esas cacerolas enormes con un caldo de grasa y unos pedazos de carne que parecía suela de zapato ahí friéndose y sofriéndose en la grasa junto a unos chorizos. Las típicas tortillas que sumerjen en la grasa antes de ponerlas en el comal, cebolla y cilantro picados y bañados en salsa picante con unas gotas de limón. No se cuántos se chingó pero en un momento dado dice el wey que ésa es la verdadera comida rápida, no las hamburguesas ni los hot dogs.

Luego aparece sobre un puente fronterizo porque dice que quiere ver '¿qué es lo que pasa por la frontera?' quiere ver 'tooooodos esos terroristas que cruzan la frontera para atacar E.U' y en vez de eso lograr captar a todas esas personas que cruzan diario para ir a trabajar, a la escuela, que viven el día a día de un lado y del otro y con un tono irónico dice el wey 'vean todos estos terroristas, vean todas las armas que están cruzando sin control'. Luego un oficial de la migra le da cifras de cuántas personas pasan diario y él revisa los cargamentos que pasan diario hacia estados unidos donde encuentra que México no solamente produce drogas sino que es el mayor socio comercial de E.U. y que por ahí cruzan todos los productos que ustedes se puedan imaginar desde pantalones hasta computadoras mientras se burla del 'gran peligro' que corren los gringos con su frontera sur desprotegida.

Después se da una vuelta por Texas y a pocos metros de la línea fronteriza encuentra todo lo que está tratando de evitar: un Chili's. Lo señala como 'un restaurante gringo disfrazado de mexicano' y dice que no puede creer que alguien quisiera comer en Chili's teniendo a México a unos pocos metros. Esto da pie a su siguente visita, el lugar del nacimiento de los nachos.

Aclaro que ignoro por completo si la historia es verdadera pero según esto fue a un restaurante en Piedras Negras que afirma ser el responsable de los auténticos nachos. Pero primero dice el wey 'toooodos conocemos los nachos y para muchos son símbolo de México, pero pocas personas saben que los nachos son más populares en E.U. que en México, pero... ¿por qué?' Y entonces cuentan la historia de que por ahí de los años 40's llegaron unos gringos a cenar al restaurante mentado y el dueño no tenía nada preparado porque ya era muy tarde pero como todos tenían hambre y él había despachado a los empleados tuvo que pensar en qué darles de comer y fue así como se le ocurrió hacer su contribución a la humanidad, tomó unas tortillas que encontró, las cortó en 4 partes, les puso queso cheddar (¿existe otro queso más gringo?) y le añadió unas rajas de jalapeño. A los gringos les fascinaron y como dicen 'lo demás es historia', jajajajaja. Al final remata con un 'así que ya lo saben, esto no es mas que comida mexicana para gringos y amas de casa huevonas'.

Al día siguiente se reune con el alcalde de Eagle Pass, Tx para dar un recorrido por el río bravo y la línea fronteriza en compañía de un amigo mexicano del alcalde. Los 3 recorren el área mientras el alcalde se queja y le dice que no entiende cómo alguien quiere construir un muro para separar dos ciudades que claramente están unidas en una sola comunidad, el mexicano revira diciendo que la mayoría de los de Eagle Pass tienen amigos y parientes que viven en Piedas Negras y viceversa, y que es una tontería pensar que de un lado están los güeros y del otro los morenitos, ya son una mezcla. Luego el alcalde remata diciendo que las comunidades fronterizas harían mucho más con esos 2 mil millones de dólares que va a costar la construcción de un muro.

Hubo más cosas pero pa qué aburrirlos, la verdad sí me gustó mucho porque realmente desmitifica la frontera sur gringa y en vez de encontrarse con delincuentes, narcos y demás (que los hay por montón, no hay que hacerse menso ni atole con el dedo) nos presenta una comunidad binacional que está tan integrada que no se puede ver a sí misma como dividida por un muro, con personas que van y vienen diario y que tienen sus vidas en ambos países. Un programa altamente recomendable.

Ahí se ven perros.