Mis días como adulto contemporáneo

Ayer me sentí como en una película de dogma o algo por el estilo, de esas de humor negro. Nos invitaron a una carne asada que resultó un poco sui generis…

Fue en casa de unos amigos, un matrimonio joven, él es pintor y ella realmente nunca he sabido en qué chingados ocupa su tiempo. La casa está muy agradable, con jardín grande en la parte trasera, una mesa larga en un rincón y el asador en el otro.

Llegamos y ya estaban otras 2 parejas de amigos, la carne ya estaba sobre la mesa y en cuanto nos sentamos comenzó la tragadera, media hora y unos 5 tacos después llegaron otras 2 parejas con niños que en cuanto llegaron se dividieron en 2 grupos, las niñas que jugaban en el jardín, y los niños que estaban estrenando el FIFA 08 en el Xbox360.

Lo sui generis del asunto para mí fue que me sentí extrañamente cómodo, es decir: sábado, mediodía, carne asada, jardín con juegos, parejas, niños… ¿en qué momento me convertí en un adulto contemporáneo y comencé a disfrutarlo?

¿por qué me sentí agradecido de llegar tan pedo a la casa como a las 10 de la noche y no tener que salir a ningún bar y desvelarme?

Aún así la peda su puso divertida, entre cerveza, vino tinto y ron nos pusimos todos bien jarras a decir pendejadas y cagarnos de la risa. En medio de la peda una amiga me preguntó si no traía mois y yo ‘casualmente’ traía un porro, lo sacamos y acabamos pachipedos.

No sé, me gusta la idea de una buena fiesta con un buen dj, de esas que se corren la voz, llena de lo que Maya llama freaks, de las que acaban tarde, pero también me late la idea de pasar una tarde pisteando con mis amigos en una carne asada, sin tener la necesidad de salir corriendo a un bar en la noche como antes pasaba, así es este pedo.

Ahí se ven perros.